La violencia generalizada y la institucionalización de las fuerzas armadas ponen en peligro a los grupos históricamente vulnerados; además, se olvidó la apuesta por la prevención del delito y la reconstrucción del tejido social.
Mario Patrón Sánchez, rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, resaltó que los universitarios están llamados a contrarrestar la violencia y a generar alternativas que desencadenen en entornos esperanzadores.
“La militarización de la seguridad pública ha opacado cualquier apuesta por la prevención, la reconstrucción del tejido social y la revisión del sistema penitenciario. El debate en torno a este y otros temas de interés público es una tarea irrenunciable. No seamos perpetradores de esas violencias”, expresó Patrón Sánchez.
Durante la jornada “El cuidado en contextos de violencia”, que celebra su cuarta edición y consuma el trabajo de mitad de semestre con espacios académicos, culturales y de convivencia de la Ibero Puebla, Patrón Sánchez resaltó la importancia de analizar la realidad y emprender acciones para la búsqueda de sociedades más justas.
En el marco del octavo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Normal Rural de Ayotzinapa, Patrón Sánchez consideró que el contexto convoca a la Comunidad Universitaria a ser constructora de entornos esperanzadores.
Recordó que el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Chihuahua no solo fue un encuentro directo con la realidad atroz para la Compañía de Jesús, sino también un choque con el discurso oficial que busca legitimar la presencia militar en las calles.
“Abrazó la experiencia como un llamado a la acción. Hoy más que nunca, México requiere de esos ojos de agencia en donde ponemos el énfasis en cada uno y una de nosotros”, explicó.
Por su parte, José Cervantes Sánchez, director del Área de Reflexión Universitaria (ARU) de la Ibero Puebla, reconoció que la exposición permanente a las violencias del día a día impacta directamente a nivel cognitivo.
“El llamado es a encontrar formas de convivencia libres de desigualdades. Que esta jornada sea la ocasión de estar juntos para sensibilizarnos e imaginar posibilidades de un mundo diferente”, expresó.
En su oportunidad, el padre jesuita, Javier “Pato” Ávila Aguirre, lamentó que los sistemas de gobierno están aposando al olvido.
Recordó que estuvo presente en la ciudad Creel el día en que sujetos armados asesinaron a 13 personas y explicó que, desde entonces, ha refrendado la importancia de llevar la lucha por la justicia hasta las últimas consecuencias, sin saber que eventualmente pasaría de una actitud solidaria a la lucha por la muerte de sus propios compañeros.
Añadió que la escalada del crimen organizado encontró un nuevo hito en la muerte de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua. “Sigue siendo algo muy duro. Nosotros como Compañía de Jesús hemos sido confirmados por el Dios de la vida de que debemos estar presentes ahí”.
Por último, el religioso de la Compañía de Jesús destacó que la solución a la crisis social se encuentra en la acción participativa de todas las personas que conforman la sociedad civil.
CHM