Con cubrebocas o sin él, decenas de padres de familia comenzaron a festejar su día en el centro de Guadalajara desde el sábado. A pesar de que los sistemas de salud nacionales y locales insisten en que los días que transcurren son de alto riesgo, mucha gente prefiere salir y olvidarse de la contingencia ocasionada por el coronavirus.
Por primera vez, muchos de los papás tapatíos celebrarán su día bajo la nueva normalidad, sin embargo, algunos locales comerciales y restaurantes del pueblo mágico de San Pedro Tlaquepaque estarán abiertos hoy para recibir a los comensales con las medidas sanitarias correspondientes.
En el caso de los bufetes implementarán estrategias como el distanciamiento de medio metro entre las mesas; los clientes deberán reservar con antelación puesto que el cupo será del 50 por ciento de su aforo.
“Básicamente estamos teniendo a mitad de capacidad el lugar, el cual es un espacio abierto que aproximadamente caben unas 400 personas, nosotros estamos guardando sana distancia, una mesa sí, una mesa no, todos los compañeros como tu vez estamos usando un cubre bocas especial para el tema de la contingencia tanto adentro como en cocina, todos traen guantes, cubre bocas”, dijo Héctor Magaña, chef de un restaurante en aquel municipio.
Asimismo, el servido de buffet lo harán los respectivos meseros para evitar aglomeraciones de comensales. “Los meseros están sirviendo buffet, el tema de no pasar ahí lo estamos resolviendo, entras y el mesero te va sirviendo tu platillo y pues de esa manera es como estamos tratando de mantener la distancia y las medidas preventivas que por parte del gobierno nos están pidiendo”, agregó.
Este 21 de junio, la mayoría de restaurantes darán servicio en los tres horarios de comida, aunque cerrarán más temprano a causa de la normativa sanitaria. Desde la semana pasa, otros locatarios ofertan artículos con descuentos con un doble motivo: el Día del Padre y reactivar su economía.
El centro de Guadalajara lucía casi como si nada. Algunos, los más, llevaban cubrebocas. Infinidad de padres de familia, acompañados de las madres de sus hijos. Parecían contentos. Muchos ignoraban lo que los periódicos, las televisoras y las redes sociales les dicen a cada momento: quédate en casa.
“La neta para quedarme en la casa quién sabe cuánto mejor ya no vivir. Ya nos dijeron que podemos ir saliendo, pues ya hay que ir saliendo, la vida no es vida así pues”, dijo Héctor Hugo Ocampo, uno de los tantos hombres que caminaban con su hijo sentado en su espalda. “Creo que si tenemos todas las medidas como nos dicen, pues igual y no está mal. La cosa es que también está haciendo un chingo de calor y esa madre (el cubrebocas) cansa”.