Preparados con botas, arneses, cuerdas, capas de ropa y bastones, es como la Policía de Alta Montaña y Agreste de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) se alista para trabajar a más de tres mil 500 metros sobre el nivel del mar.
La agrupación es considerada como un cuerpo de élite que puede localizar y brindar primeros auxilios en los picos más altos de la entidad mexiquense, pero también pueden disuadir delitos como la tala clandestina.
La unidad está compuesta por cerca de 50 elementos distribuida en dos agrupaciones con bases específicas: los volcanes Iztaccíhuatl-Popocatépetl y el Xinantécatl, popularmente conocido como Nevado de Toluca.
A decir de Omar Trujillo González, comandante de la compañía de Alta Montaña y Agreste de la SSEM, esta Policía opera a más de 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar y forman parte de la primera división que fue entrenada con esta especialidad en México.
“Es la primera Policía en México de la Policía de Alta Montaña desde 10 años, cuando surgió la Policía de Alta Montaña… Es una satisfacción poder ayudar a la ciudadanía, atenderlas todas sus sus quejas, sus denuncias, las personas que no encuentran, sus familiares”, expresó.
Funciones: Desde rescates hasta protección de árboles
Parte de sus acciones se enfocan en rescates, extracción de heridos, así como búsqueda y localización de personas en los picos más altos del territorio mexiquense, pero también formación policial que les permite atender diversos fenómenos delictivos.
"Somos un grupo especial, no nada más por pertenecer a esta montaña, sino también mis compañeros los que operan allá abajo, somos el grupo de la Secretaría de Fuerza Especial de Seguridad (…), hacen este incursiones a lo que son casas, a predios y todo eso, aseguramientos", informó.
“También tenemos esos temas de tala clandestina y también se hace el procedimiento (…), no tiene sus permisos para hacer lo que es la deforestación del mismo (…), se les hace la revisión y valoración de que los deben de tener”, indicó.
Preparados para rescates de altura
El rescate en uno de los volcanes más alto de México es consecuencia de un accidente, principalmente por parte de turistas que sufren algún siniestro o bien llegan a extraviarse.
Para esta agrupación, es común ver fracturas, golpes, torceduras, esguinces e incluso algunos otros padecimientos, como el 'mal de montaña', por lo que también cuentan con adiestramientos como paramédicos.
Su tarea no es sencilla. En un primer momento, se debe de localizar a la persona, extraviada o herida ya sea a través de gritos, reportes al 911 o algún otro alertamientos; se tiene que hacer la identificación del mismo y el terreno en el que se encuentra, así como preparar el número de elementos que podrían participar, rutas de escape, entre otros.
Una vez que se llega con la víctima, se hace una breve valoración en la cual se le pregunta a su nombre, edad, si es que consumió alguna estupefaciente o bebida alcohólica, qué tipo de padecimiento tiene, número de contacto de algún familiar y sobretodo, la forma en la que llegó hasta ese punto, el tiempo que tiene en la montaña y cómo se dio el accidente.
Con la información obtenida, se procede a actuar, indicó Luis Jaziel, Maldonado Hernández, policía especial de la agrupamiento de alta montaña, quien participó en una práctica de rescate.
Sobre el ejercicio, el elemento explicó: “Fue un ejercicio de los accidentes más comunes que llegan a haber en el Nevado de Toluca, es una lesión de rodilla donde la persona ya no puede caminar, por lo cual procedemos a llegar a él, acceder, verificar y realizar una evaluación cefalocaudal, verificar cuáles son las lesiones que tienen, de ahí inmovilizarlo e iniciar el descenso para el traslado a una zona más segura”.
Este es un trabajo totalmente coordinado, ya que pueden participar hasta diez elementos en el traslado de una sola persona, van desde paramédicos hasta expertos que guían su tránsito, evitan caídas, aseguran a las víctimas, entre otros.
“Es un equipo, es una célula, y pues principalmente cada quien hace un rol, para los que tienen conocimientos de primeros auxilios, los paramédicos; los que ya van guiando por donde vamos a hacer el descenso; los que mantienen la seguridad tanto de una línea, como en un lugar de un ángulo muy empinado, entonces tener seguridad para los que intervenimos de paramédicos y los que nos van guiando”, señaló.
Los embates a los que se enfrentan van desde las complejidades como la altura, condiciones climatológicas como nevadas y bajas temperaturas que llegan a ser de entre 10 y 15 grados centígrados bajo cero; aunado a lo complicado del terreno.
“Principalmente nos adaptamos a lo que es el entorno, ahorita llevamos el entorno con cuerdas, arneses, la esquí es en la que nos encontramos cuando hay situaciones de nieve, yo nos adoptamos igual llevamos las capas de ropa, el equipo de adecuado, los arneses o la cuerda de seguridad. Nos tenemos adaptar, principalmente en donde se encuentran en el entorno, donde nos encontramos en el pico en alguna laguna, o si es en el bosque”, informó.
Trabajo de alto riesgo que rompe con la barrera de género
Por las condiciones climatológicas y la altura es necesario que los elementos cuenten con un buen estado de salud y es que esta rama exige un mayor esfuerzo físico.
Guadalupe Gil Esquivel es una de las policías que forma parte de esta agrupación, quien expresó que las mujeres también pueden participar en esta división de alta exigencia.
“Todas pueden estar en esta área, si se lo proponen como en todas las áreas nos tenemos que capacitar y es un área en donde aquí es un poquito más de esfuerzo físico, pero es importante también el estar bien, enfocarte en apoyar a la gente y en capacitarte en estas cuestiones de primeros auxilios”, mencionó.
Reconoció que este trabajo les exige más condición, trabajo y empatía con la gente, porque la mayoría de ellos se acerca en una situación de emergencia.
Si bien hay constantes alertas para evitar acercarse a los volcanes, lo cierto es que puede que haya visitas guiadas o se permita el acceso en el futuro.
Al respecto, la oficial recomendó: “Para venir aquí al volcanes, es necesario tener buen estado físico, no tener problemas en el corazón, tener buena salud, no se recomienda traer a menores de ocho años, deben ser mayores, abrigadas con ropa y equipo adecuado para subir a la montaña”, apuntó.
PNMO