Más de 7 mil efectivos, 40 unidades de maquinaria pesada, 21 camiones de volteo y 7 aeronaves, han sido desplegados en los 5 estados afectados por las inundaciones de hace una semana, para ayudar a la población mediante el Plan DN-III-E, que el próximo año cumple 6 décadas de haberse creado.
La Defensa, Guardia Nacional y Fuerza Aérea también han desplegado 85 vehículos, 3 plantas potabilizadoras, 4 cocinas móviles, 58 vehículos de apoyo y equipos logísticos diversos.
Creado en 1966, a raíz de la inclusión del anexo E en la Planeación de Defensa Nacional, para el auxilio a la población en caso de desastre, se activó por primera vez el 10 de octubre de ese año, cuando el huracán Inés impactó el sur de Tamaulipas y noreste de Veracruz, lo que causó el desbordamiento de los ríos Pánuco y Tamesí.

Actualmente, el Plan DN-III-E se financia con cargo al presupuesto regular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Ramo 07), es decir, no aparece como partida etiquetada porque es un operativo que se activa con recursos de la bolsa federal para emergencias. Es por ello que cuenta con ampliaciones líquidas que le son suministradas por la Secretaría de Hacienda.
Por ejemplo, para la atención de la devastación que dejó el huracán Otis en Guerrero, en 2023, derivó en una ampliación de más de 6 mil 700 millones de pesos para la adquisición de enseres y demás suministros para la población, tanto en ese año como en 2024.
Además de los recursos, la Defensa cuenta con la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres (F.A.C.D.), con un efectivo aleatorio y 512 unidades de maquinaria pesada, 17 aeronaves (7 de ala fija y 10 de ala rotativa) de la Fuerza Aérea Mexicana para el traslado de personas e insumos mediante el establecimiento de puentes aéreos; así como 10 cocinas comunitarias y 10 tortilladoras con capacidad para 2,500 raciones calientes diarias y 48 plantas potabilizadoras con capacidad para distribuir 1,000 litros por día cada una.
Para el caso de las inundaciones en Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Querétaro y Puebla, desde el 9 de octubre pasado se encuentran desplegados y en situación de alerta más de 7 mil efectivos del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Guardia Nacional.

En conjunto con las autoridades de los tres órdenes de gobierno, el Plan DN-III-E contempla la realización de juntas de coordinación e intercambio de información; recorridos de vigilancia en las zonas de riesgo y la evacuación de personas en caso de ser necesaria; limpieza y desazolve de inmuebles; despeje de caminos y carreteras; así como el monitoreo de ríos y cuerpos de agua, según el manual.
La Defensa indicó que la aplicación del Plan DN-III-E se realiza aprovechando el despliegue de los organismos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en las 48 Zonas Militares y 20 Bases Aéreas.
De 2018 al 2024 atendió 11 mil 168 eventos en territorio nacional.
De éstos, para sistemas tropicales registró 2,508 participaciones; sistemas invernales 1,652; explosiones 307; sismos 50, actividad volcánica 32; derrame de sustancias químicas 954; incendios (forestales, urbanos y marítimos) 4,804; accidentes 727; amenazas de bomba 42; derrumbes 70; rescate de personas 8 y afectación infraestructura estratégica 14.
En los planes de auxilio las fuerzas armadas cuentan con equipos de alto rendimiento como aviones, helicópteros, retroexcavadoras, camiones, embarcaciones y drones, muchas de estas tecnologías de reciente adquisición o renovación.
Operaciones por tierra y aire
En el frente aéreo cuenta con aviones CASA C-295, Hércules y Boeing 737 para movilizar personal y carga pesada hacia zonas remotas.
Los CASA son aeronaves de transporte táctico y de mediano tamaño, tienen la capacidad para aterrizar en pistas cortas o rurales, lo que las hace ideales para emergencias, coinciden militares.
Además, la flexibilidad de configurar la carga, equipos médicos o paracaidistas les da ventaja.
A la par, los helicópteros juegan un rol esencial para patrullajes, evacuaciones y evaluación de zonas inaccesibles, principalmente los MI-17, Cougar y Black Hawk.
Abajo, los ingenieros militares utilizan retroexcavadoras, motoniveladoras y cargadores frontales para abrir caminos, así como camiones de volteo para transportar escombro.
En zonas como Veracruz y Puebla, el 1er Batallón del Parque de Ingenieros envió motoniveladoras y retroexcavadoras a municipios como Poza Rica para rehabilitar caminos y desazolvar cauces, de acuerdo con fuentes castrenses.
Lo nuevo en estas máquinas son sus motores, los sistemas hidráulicos, las cabinas con aislamiento — con mayor capacidad de carga en toneladas —y telemetría para monitorear su rendimiento en campo.

Algunas unidades de maquinaria pesada ya incorporan sistemas de monitoreo remoto para mantenimiento predictivo, lo que permite horas contínuas de labores.
Para sostener la operación de éstas, la Defensa utiliza camiones de carga, tractocamiones, camionetas de apoyo, unidades de comunicación móvil y equipos de intendencia para movilizar raciones, plantas potabilizadoras, hospitales de campaña móviles y puestos de mando con comunicaciones estratégicas.
Otro componente relevante es el equipo de telecomunicaciones móvil: antenas satelitales, enlaces y estaciones de mando de emergencia, operativos en situaciones sin señal telefónica o zonas inhóspitas.
El Plan DN-III también incluye el reparto de medicinas en casos de pandemia y la repatriación de cadáveres o personas.
En el sexenio pasado, en materia de Ayuda Humanitaria, la Defensa proporcionó apoyo en 52 ocasiones a 24 países que sufrieron daños a causa de huracanes, sismos, incendios, conflictos armados, accidentes vehiculares y por las afectaciones ocasionadas por la pandemia Covid-19.
Con ese bagaje, ahora las fuerzas armadas enfrentan otro reto en la Sierra Gordo, la Alta Huasteca y la zona serrana del norte del país.
Por su parte, la Marina desplegó 3 mil 300 elementos con 8 aviones, 9 helicópteros, 2 buques para transporte, 19 embarcaciones y 3 plantas de agua.
CHZ