Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, operador y uno de los protegidos de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, podría pasar 14 años en prisión por haber lavado millones de dólares para la red criminal encabezada por el padre de su novia.
Tras cumplir su condena, se tiene previsto que sea deportado a México donde se le acusa por el secuestro de dos elementos de la Marina ocurrido en 2021, como venganza por el arresto de la esposa del Mencho, Rosalinda González Valencia.
El mexicano, originario de Zamora, Michoacán, será sentenciado el próximo 18 de diciembre luego de su arresto en noviembre de 2024, en California, donde vivía bajo el nombre falso de Luis Miguel Martínez. Actualmente se encuentra en la prisión de Northern Neck, en Virginia.
El joven de 28 años fue acusado con dos cargos: tráfico de cocaína y metanfetamina, así como lavado de dinero, sin embargo logró negociar un acuerdo para que se desestimar el cargo por trasiego de drogas a cambio de aceptar su culpabilidad por lavado de dinero. El 20 de junio pasado formalizó su culpabilidad ante la jueza Beryl A. Howell.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) ha solicitado una pena de 168 meses, o 14 años, por el cargo de lavado de dinero. Su defensa, por otro lado, pide 84 meses, o siete años. Si la justicia estadunidense se impone, podría salir de prisión hasta 2038.
“El acusado era un lavador de dinero armado del Cártel Jalisco Nueva Generación, íntimamente conectado con el liderazgo principal del CJNG”, asegura un informe de la fiscalía estadunidense que forma parte del proceso penal contra El Guacho, como conocían a Gutiérrez Ochoa.
¿Quiénes son los hijos del Mencho?:
En lo que coinciden tanto la fiscalía como los abogados del Guacho, es que el hombre será deportado inevitablemente a México tras cumplir su condena en suelo norteamericano, pues no tiene la ciudadanía estadunidense y en México tiene cuentas pendientes con la justicia federal.
El hombre fue arrestado luego de que la Administración para el Control de Drogas (DEA) estableciera un cerco de vigilancia en su contra, al identificar que se trataba de una persona viviendo con una identidad falsa y, potencialmente, un operador del Cártel Jalisco.
Cuando cayó en manos de las autoridades, se encontró que vivía en una lujosa residencia en Riverside, California, adquirida por un millón 200 mil dólares, que habrían sido enviados en dos transferencias bancarias desde México, bajo órdenes del Mencho.
Gutiérrez Ochoa se escondía en Estados Unidos junto a su novia, e hija de Nemesio Oseguera Cervantes, Laisha Oseguera, luego de que en México se lanzara una cacería contra ambos por, según se presume, estar detrás del secuestro de dos empleados de la Secretaría de Marinas (Semar) en Zapopan, Jalisco, afuera de un supermercado.
Los marinos fueron encontrados con vida en Puerto Vallarta, Jalisco, y se cuenta con indicios de que el acto fue una venganza del Cártel Jalisco por el arresto de Rosalinda González Valencia, esposa del Mencho y señalada por lavar dinero para el CJNG. Por ello, ahora enfrenta una acusación por secuestro en México, junto con su novia. Su eventual deportación implicaría que sería el turno de las autoridades mexicanas armar su propio caso criminal en contra del Guacho.
Familia del Mencho enfrenta acusaciones:
Cabe destacar que Laisha Oseguera, hija del Mencho, y quién también vivía en California, logró evadir su arresto, por lo que aún se encuentra en proceso de busca y captura por parte de las autoridades mexicanas y estadunidenses.
Y es que durante su estadía de un año en Riverside, California, Gutiérrez Ochoa y Laisha Oseguera vivieron con todos los lujos y comodidades. Joyería, relojes, autos y 2.5 millones de dólares en efectivo, provenientes de los negocios turbios del Mencho: el tráfico de drogas como cocaína, metanfetamina y fentanilo.
Una fotografía del interior de la residencia muestra decenas de fajos de billetes que eran escondidos en maletas, así como unos 40 relojes de marcas de lujo, como Rolex y Patek Philippe.
La propiedad en la que vivían, ubicada en el 1191 de Pamplona Drive, en Riverside, fue adquirida a través de la empresa tequilera Pasión Azul, que según Washington, es una empresa fachada del Cártel Jalisco.
Tanto el efectivo como la compra de la casa, se habrían realizado a través de una red de blanqueadores de fondo bajo órdenes de Nemesio Oseguera Cervantes, entre ellos, El Guacho. En total, Gutiérrez Ochoa admitió haber lavado 3.5 millones de dólares del CJNG, unos 70 millones de pesos.
“El acusado no era solo un lavador de dinero del CJNG ganando una comisión. Era un importante y directo beneficiario de la violenta operación de narcóticos del CJNG. Disfrutó de un lujoso estilo de vida en EU con la hija del Mencho, gastando las ganancias del Mencho y viviendo en una propiedad que el CJNG preparó para comprar para ellos”, señala la fiscalía estadunidense.
Además, Estados Unidos asegura que Gutiérrez Ochoa es un hombre peligroso. Que cuenta, al menos, con entrenamiento en contravigilancia, como lo demostró al lograr evadir e incluso suprimir los primeros intentos de la DEA para descubrirlo.
“La sentencia recomendada es necesaria para imponer un serio ajuste de cuentas para el acusado, particularmente porque el acusado es suficientemente joven para regresar a la sociedad después de su sentencia en prisión en este caso pero implicado suficientemente con el liderazgo máximo del CJNG para ser traído de vuelta a sus viejos caminos tras su liberación”, concluye Estados unidos.
SNGZ