El sueño que los colombianos Jorge Luis Herrera, -Regio Clown- y Byron Sánchez Salazar -BKing- tenían por triunfar en la industria musical terminó el 17 de septiembre. Aquel día, los cuerpos del cantante y el DJ fueron localizados desmembrados y embolsados en un paraje de Cocotitlán, Estado de México.
Cinco días después y en medio de múltiples presiones por localizarlos, autoridades confirmaron sus identidades e iniciaron las investigaciones pertinentes para esclarecer el homicidio de ambos artistas colombianos. Poco a poco, los detalles sobre el caso comenzaron a surgir y a apuntar a un viejo pero persistente problema: las drogas.

De acuerdo con información dada a conocer por el periodista Carlos Jiménez, una de las líneas de investigación que se siguen para esclarecer la desaparición y asesinato de Regio Clown y BKing es la venta de tusi, una droga sintética cuya comercialización y consumo ha ido acumulando relevancia en Colombia.
Si bien desde años atrás autoridades sanitarias del país sudamericano y de Estados Unidos advirtieron sobre su existencia, composición y efectos, la proliferación que las drogas sintéticas han tenido en los últimos años no sólo han dejado huella en la forma de consumo sino también en las dinámicas de las organizaciones criminales que han visto en ellas una forma de potenciar sus ganancias.
El rastro del tusi en Colombia

El Sistema de Alertas Tempranas del Observatorio de Drogas de Colombia detectó desde 2015 una serie de nuevas sustancias psicoactivas que comenzaban a ser consumidas en el país y que representaban una amenaza para la salud pública.
EL DATo...¿Qué son las drogas emergentes?
Nuevas drogas tanto naturales como sintéticas, fiscalizadas o no, que se introducen en el mercado así como nuevas formas de presentación, de consumo o incluso de adulteración.
Entonces, el Observatorio de Drogas de Colombia ya identificaba como droga emergente al 2CB cuya pronunciación en inglés hizo que fuera mejor conocida como tusi. Autoridades sanitarias colombianas la definen como una droga sintética alucinógena del grupo de las fenetilaminas fiscalizada a nivel internacional y nacional.
El tusi comenzó a ser comercializado en Colombia en forma de polvos de colores que se tragan o se inhalan, además de que fue introducida al mercado como una "droga exclusiva" cuyo costo en 2015 sobrepasaba los 100 mil pesos colombianos por gramo.
El Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia apunta que la presencia de tusi se detectó por primera vez en Medellín en el año 2007, cuando tres jóvenes ingresaron al Hospital San Vicente de Paúl en estado alucinatorio con alteración visual y auditiva por sobredosis de 2CB.

Para 2013 autoridades colombianas ya habían registrado dos casos de incautaciones de 3 mil y 4 mil dosis respectivamente de una droga presuntamente comercializada como 2CB en el Valle del Cauca, no obstante, luego de que la droga fuera analizada en los laboratorios de la Fiscalía General de la Nación, confirmaron que no correspondía a tusi, aunque así lo comercializaban los narcotraficantes.
Es precisamente su adulteración lo que ha encendido las alertas no sólo en Colombia sino también en Estados Unidos. Por su consistencia, la agencia antinarcóticos detalla que el tusi es conocido comúnmente también como cocaína rosa, no obstante, sus componentes son distintos al del polvo blanco.
Si bien en el tusi debería de predominar la feniletilamina psicodélica 2CB, los altos costos para conseguirla y su escasez orillaron a productores a crear un cóctel con diversas sustancias que en las calles se vendía como tusi.

"Las pruebas de laboratorio de la DEA han identificado polvos rosados que contienen combinaciones como Ketamina y MDMA; Metanfetamina, ketamina y MDMA; Cocaína y Fentanilo; Fentanilo y Xilazina", apunta un informe de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
El caso de Colombia no ha sido distinto pues, según expuso en un reporte el Ministerio de Justicia y del Derecho, se ha encontrado que las supuestas drogas novedosas, son en realidad una mezcla de otras sustancias psicoactivas, peligrosas y adictivas como la ketamina las cuales, además, venden a precio de tusi a los consumidores, quienes pagan sin saber qué es lo que están comprando en realidad.
La consistencia de las drogas y sus efectos similares dificultan que al momento de ingerirlas los consumidores tengan certeza sobre la pureza de las sustancias. De acuerdo con la DEA, los efectos del tusi pueden variar considerablemente por su combinación con otras drogas peligrosas. No obstante, la también llamada cocaína rosa, al igual que el MDMA o el éxtasis, es un psicodélico sintético que altera la mente.
En el caso de la ketamina, que es una de las principales sustancias utilizadas en la producción de tusi, sus efectos son alucinógenos y puede producir anestesia, cataplexia, inmovilidad, taquicardia, aumento de la presión sanguínea, nistagmo, hipersalivación, amnesia, habla confusa, pérdida de coordinación e incluso delirios, psicosis o síntomas similares a un ataque de esquizofrenia. Además, tiene un alto potencial para generar dependencia.
"La cocaína rosa es una mezcla de varias sustancias diferentes; cada lote es diferente y nadie sabe cómo reaccionará su cuerpo cada vez. La única característica común de la cocaína es su color rosa brillante", abundó la DEA.
Para alcanzar dichos tonos rosados o lilas, autoridades sanitarias han descubierto que la tiñen con colorante alimentario o polvo para hornear de colores, algo que resulta atractivo para los consumidores. La agencia antinarcóticos señala que uno de los éxitos del tusi en el mercado es atribuible a que los traficantes la están comercializando como una droga "nueva".
¿Qué es el ‘coco chanel’?

En el mismo sentido en el que la cocaína rosa ha cobrado relevancia en el mercado de las drogas, nuevos nombres de sustancias han ido apareciendo. Recientemente, en Colombia se alertó sobre una conocida como ‘coco chanel’.
Fue el pasado mes de junio cuando la revista colombiana Semana publicó un artículo presentando al narcótico, el cual describieron como un polvo de apariencia arenosa, color marfil que "está tomando cada vez más fuerza en 'exclusivos espacios de consumidores de drogas sintéticas' en Medellín".
Una fuente anónima consultado por el referido medio de comunicación dijo que el 'coco chanel' se estaba comenzando a comercializar a un costo de entre 100 y 120 dólares por dos gramos. Según refirió, la droga está compuesta por crack, heroína y nexus, como es también conocido el 2CB.

Su carácter de exclusividad y compuesto químico hacen de dicha sustancia algo "novedoso" en el mercado, sin embargo, más que tratarse de una nueva droga es una combinación de distintas sustancias como las que anteriormente se han comercializado.
Al momento en el que se escribe esta nota, ni autoridades colombianas ni estadounidenses cuentan con mayor información sobre el 'coco chanel' y la popularidad que ha ganado dentro del mercado de las drogas, no obstante, su aparición se consolida como una expresión más de la proliferación que sustancias sintéticas y peligrosas están teniendo en distintas partes del mundo.
ATJ