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El Estado baquetón
No hay baquetón que acepte rendir cuentas. Lo toman, además, como una ofensa. Y si tienen poder, o aliados poderosos, no será raro que den vuelta a la tortilla y acaben denunciando a quien les denunció. -
Yo querubín
Aprovecha uno el décimo día del quinto mes para dar pulimento a su imagen filial... -
Otros datos, mismo truco
El truco marrullero de los otros datos ha sido en tal medida conveniente para los funcionarios reacios a responder por sus insuficiencias, que ahora se les protege con leyes encaminadas a convertirlos en verdades incontrovertibles. -
Esperando a Pol Pot
“Vive uno bajo el hierro del autoritarismo cuando no le es posible defenderse de él”. -
Las dos lecciones de Mario
Nunca lo vi ni oí, cuantimenos lo leí haciendo malabares por quedar bien con nadie... -
Los monstruos del catecismo
Según mis cuentas cándidas, apenas con siete años era ya culpable de una lista tupida de pecados mortales... -
La decencia en decadencia
Si en otros tiempos la derecha y la izquierda se juraban decentes por motivos genéricos e intercambiables, hoy chapotean en un mismo lodazal, donde nada de lo que dicen o hacen merece recordarse al día siguiente. -
La saña redentora
El bálsamo esencial de quienes asistimos al espectáculo de la barbarie cotidiana es sabernos distintos a los monstruos -
Yo, Estado pecador
Nada es más fácil que relajar las normas cuando no hay quien observe si se cumplen. Vale decir que ocurre de manera automática, tal como dicen que la cabra tira al monte.