
Leer los dos voluminosos tomos de Elvis (Libros del Kultrum, 2023), la exhaustiva investigación sobre una de las figuras fundamentales de la cultura popular del siglo XX emprendida por Peter Guralnick, provoca una sensación agridulce. Si por un lado es admirable su ascenso, logrado con un talento inmenso y un
tesón inquebrantable en un momento en el que los jóvenes necesitaban de un ídolo, doloroso es el relato de su estrepitosa caída y fallecimiento cuando apenas tenía 42 años.
Estamos ante la carrera meteórica de un cantante que hace 60 años era saludado por la prensa como “una sensación de 20 años… un baúl lleno de sexo para las chicas adolescentes”. Sus actuaciones encabezaron una revolución, una amenaza a las buenas costumbres por su forma personal de interpretar una música que muchos despreciaban. “Yo he sacado todo de ellos”, diría refiriéndose a los cantantes de blues que le influyeron. “Tocaban así en sus chozas sin que nadie les prestara atención”.
Pero gracias a las habilidades de su representante, Thomas A. Parker, todo mundo prestó atención a Elvis Presley, al grado de que su música fue fundamental para grandes figuras del rock como signo de rebeldía y el poder hipnótico de la música. En el escenario era un huracán que volvía locas a las jovencitas y celosos a los muchachos ante tanta energía sexual. Allí se sentía diferente, pues como explicó a una de sus novias: “Es como una oleada de electricidad que te recorre el cuerpo. Es casi como hacer el amor, pero incluso es más fuerte que eso”.
Último tren a Memphis: la construcción del mito, el primer volumen, da cuenta del ascenso de una estrella con la idea de “transmitir su naturaleza compleja e irreductible”. Sus testimonios nos acercan a la vida de esta leyenda con sus fortalezas y debilidades y su obsesión por entregarse por completo al público que lo adoraba, incluso en sus momentos menos afortunados. Elvis construiría un imperio, pero como comentó en una entrevista apenas dos años después de empezar su carrera: “Mi padre me compró una guitarra por 12 dólares. Es la mejor inversión que ha hecho en su vida”.