Diario se escucha que la confianza de los empresarios mexicanos se ha desplomado durante el sexenio de López Obrador debido al ambiente hostil que éste ha creado hacia el sector privado.
Pero los datos muestran otra cosa.
Según la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial del INEGI, que es la serie más longeva y confiable de datos públicos sobre el tema [1], la confianza del sector empresarial se encuentra en uno de los mejores momentos del sexenio y en niveles superiores a los que se tenía, a estas alturas del sexenio, con Peña Nieto.
Es verdad que con Calderón la confianza empresarial se encontraba en un nivel más alto que hoy, pero eso se debe a que, de entrada, había comenzado en un nivel más alto.
Considerando el nivel de confianza empresarial con el que cada presidente comenzó su sexenio, Obrador ha mejorado la confianza del empresariado de manera francamente asombrosa. De hecho, durante el 42% de los meses que lleva al mando, Obrador ha mejorado la confianza empresarial con respecto a cómo la recibió. En comparación, Calderón solo la mejoró el 20% del tiempo y Peña el 10%. Es decir, no hay evidencia alguna de un desplome en la confianza, sino todo lo opuesto.

Es verdad que la confianza empresarial cayó después de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, pero la caída es menor una vez que se ve en perspectiva. La confianza cayó 2 pts. con Texcoco, apenas la mitad de lo que cayó con eventos como el gasolinazo de Peña Nieto en 2017.
En realidad, la confianza empresarial comenzó su caída, no con López Obrador, sino más atrás, en septiembre del 2013 cuando, como mostró la encuesta de expectativas de Banxico, al sector privado no le gustó la política fiscal que se estaba implementando. Así mientras la confianza empresarial se desplomó con Peña Nieta, con Obrador (salvo la pandemia) se mantiene sólida.
No solo eso, fuera del sector empresarial, el sexenio de Obrador ha desatado una confianza extraordinaria por parte de los consumidores, es decir, por parte de los mexicanos de a pie [2]. Su victoria ocasionó que la confianza del consumidor aumentara 6 pts. en un mes (máximo cambio histórico). Y durante los primeros meses de su gobierno la confianza de la gente llegó a su máximo histórico.

Hoy por hoy, el efecto Obrador en la confianza del mexicano de a pie sigue vivo. Esto es algo inédito. Con Calderón la única confianza que se mantenía más o menos estable era la de los empresarios, pero la de los consumidores se desplomó. Con EPN, se desplomó entre ambos sectores.
Por eso, lector, cuando escuche que todos los empresarios están desencantados y enojados, recurra a los datos. Sin duda hay un grupo de empresarios que han perdido confianza en la economía mexicana, pero éstos son una minoría vocal y mediática. No hay que tomarlos en serio. Para la mayoría, los ánimos se han mantenido al mismo nivel que al inicio del sexenio (arriba de lo que se tenía con Peña) y están asombrosamente elevados entre los consumidores.
Hay esperanza de que vienen cosas buenas para el país, aun si objetivamente las señales no son tan optimistas. Hay que convertir este fenómeno en una oportunidad.
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Notas
[1] Indicador de confianza empresarial del sector manufacturero. Agradezco a Jonathan Heath por sus comentarios a la metodología de comparación aquí presentada.
[2] Encuesta nacional sobre confianza del consumidor, INEGI. Indicador