El Premio Nobel de Fisiología / Medicina 2023 ha sido concedido a Katalin Karikó y Drew Weissman por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ácido ribonucléico mensajero (ARNm) eficaces contra la covid-19. Karikó y Weissman descubrieron que las células dendríticas pueden distinguir entre el ARNm que se produce dentro de una célula y el ARNm que se produce fuera de una célula. Esto es importante porque significa que las células dendríticas pueden usar ARNm para identificar infecciones y responder a ellas.
El trabajo de Karikó y Weissman comenzó a principios de 1990; las vacunas de ARNm funcionan entregando instrucciones a las células del cuerpo para que produzcan una proteína específica que después puede hacer que el sistema inmunológico responda a un patógeno en particular.
En ese momento, las vacunas de ARNm se consideraban muy prometedoras, pero había dos desafíos importantes que debían superarse. En primer lugar, el ARNm es muy frágil y las enzimas del cuerpo lo degradan fácilmente. En segundo lugar, el ARNm puede desencadenar una respuesta inflamatoria, que puede provocar efectos secundarios.
Karikó y Weissman trabajaron incansablemente para superar estos desafíos, en 2005 descubrieron una forma de modificar las bases de nucleósidos en el ARNm, lo que lo hizo más estable y menos propenso a desencadenar una respuesta inflamatoria.
Este descubrimiento revolucionario allanó el camino para el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra la covid-19. Cuando comenzó la pandemia en 2020, el trabajo de Karikó y Weissman fue fundamental para el rápido desarrollo de las primeras vacunas contra el virus SARS-CoV-2.
Las vacunas de ARNm han demostrado ser increíblemente efectivas para prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes por covid-19. Se han administrado a miles de millones de personas en todo el mundo y han ayudado a salvar millones de vidas.
Sus descubrimientos también han llevado al desarrollo de vacunas contra otras enfermedades, como la malaria y el cáncer. El trabajo de Karikó y Weissman es un testimonio del poder de la investigación científica y la importancia de la colaboración.
La tecnología de las vacunas de ARNm aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, pero tiene el potencial de revolucionar la forma en que prevenimos y tratamos enfermedades, se pueden utilizar para combatir una amplia gama de enfermedades, incluido el cáncer, las enfermedades infecciosas y las enfermedades autoinmunes. Las vacunas de ARNm también son relativamente fáciles de producir, lo que significa que podrían usarse para desarrollar rápidamente vacunas contra enfermedades nuevas y emergentes.
La historia de Karikó y Weissman es también de perseverancia y determinación, enfrentaron muchos desafíos en su trabajo, pero nunca se dieron por vencidos. Su historia es una inspiración para todos nosotros.