Recientemente fui parte de una discusión en torno a la necesidad de adoptar distintas disciplinas que permitan hacer más eficientes los procesos de Comunicación de la Ciencia. En este debate generado a través de la comunidad de investigadores, participaron expertos de la Universidad de Cornell como Bruce Lewenstein y Erick Fisher, integrante de MaRS Discovery District, uno de los grandes hubs de innovación en el mundo, ubicado en Ontario, Canadá.
La problemática inició con una simple pregunta, ¿por qué no incluir procesos y perspectivas de marketing en la comunicación de la ciencia?. Fisher comentaba que no comprendía que los actuales comunicadores no “tomaran prestado” los conocimientos básicos de la práctica del Marketing.
De ahí surgió el debate, en donde Bruce Lewenstein mencionaba que también era necesario incluir conocimientos de comunicación para la salud y comunicación de crisis.
Estas inquietudes que existen en la comunidad de investigadores en relación a la Comunicación de la Ciencia, hablan de una persistente necesidad y oportunidad de incluir distintas disciplinas en su práctica. Si bien los científicos han sido los primeros en desarrollar las pautas para comunicar la ciencia, también es importante considerar que el proceso de comunicación implica diversidad de aspectos que pueden ir desde la creación de significados, tomando por ejemplo conocimientos de la semiótica; hasta la generación de productos de comunicación que conllevan prácticas de las relaciones públicas, periodismo, producción audiovisual, por mencionar algunos.
De hecho, autores como Brian Trench han remarcado que para generar una verdadera comunicación de la ciencia es fundamental comprender que la comprensión y apropiación del conocimiento dependen del contexto social en donde se desarrolle. Esto significa, que también es necesario implicar áreas de conocimiento como la sociología y antropología.
Igualmente el proceso de adopción y apropiación del conocimiento, requiere de propuestas que incluyan la creación de mensajes persuasivos, descriptivos o informativos; además de tener una claridad en el comportamiento de los receptores. En este punto la mercadotecnia es esencial para emplear una mezcla de promoción efectiva que permita hacer llegar al receptor un mensaje claro y consistente.
En sí, comunicar la ciencia, además de sólo difundir el conocimiento científico, requiere la integración de distintas disciplinas que permitan que más allá de información, las audiencias generen emociones, actitudes y acciones para contribuir, cambiar o mejorar la ciencia.
De esta forma, desde la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAP estamos trabajando para integrar, precisamente, distintas disciplinas que complementen y generen mayor eficiencia en la apropiación del conocimiento científico a nivel micro y macro social. Aspectos que estaremos abordando en futuras colaboraciones.
ANGÉLICA MENDIETA