Todo parece indicar que a Andrés Manuel López Obrador no le gustó la postura que asumió el Rector de la UNAM, Enrique Graue sobre el conflicto que sostiene la FGR con los 31 Científicos del Foro Consultivo y ex funcionarios del Conacyt. Primero el Rector indicó que “era un despropósito e inconcebible la acusación de delincuencia organizada contra los académicos”;y en segundo lugar,el pleno del Consejo Universitario que preside, aprobó la incorporación del Doctor Enrique Cabrero como integrante de la Junta de Gobierno de la Universidad, siendo que este último es uno delos personajes señalados por la FGR. Y muestra de lo anterior fueron las declaraciones del primer mandatario en su conferencia mañanera, al asegurar que existen Mafias y Caciques que dominan las universidades públicas, quienes imponen rectores y manejan el presupuesto de estas casas de estudios, cuestión que acaparó la agenda mediática.
En efecto, el presidente no está equivocado: lo hemos escrito a lo largo de estas tres décadas en diversos foros y medios, especialmente en los dos Congresos Universitarios donde participamos en 1990 y en 2001: “Las Redes Políticas como plataforma de ascenso a la Rectoría en la UNAM se remontan a la conformación de Élites Familiares y Grupos de Poder Político que operan en el seno de la Universidad, Bloques como el de los médicos, los científicos y los abogados que han marcado la historia de la institución en los últimos años, no en vano se ha dicho que el Alma Mater ha estado en manos de una tecno burocracia que decide la actividad universitaria, en la que la Administración ha desplazado a la Academia, lo que ha convertido a este centro de estudios cada vez más en un Espacio Autoritario, que las autoridades manejan como Feudo”.
Sin embargo, los señalamientos desde Palacio Nacional se ubican en la batalla que mantiene Obrador con el Grupo Político Hegemónico que domina la UNAM desde hace años. El presidente les llama Mafia y Caciques: Se trata de los médicos, cuyo principal liderazgo encabeza el Dr. José Narro, a quien el Titular del Ejecutivo llamó “Matraquero del PRI”. Aunque en este gremio está también el Doctor De la Fuente, parte ya de la IV. T y con un cargo estratégico internacional.
AMLO llamó a la comunidad universitaria a realizar movimientos de reforma y renovación que busquen transparentar el manejo que hay en estas casas de estudios. La convocatoria es correcta, sin embargo; el Movimiento Estudiantil más activo y politizado en el Alma Mater y quien podría impulsar el llamado del Presidente lo conforman mediáticamente: Las Feministas Separatistas, Los Anarcos Encapuchados y los Colectivos de Activistas, cuyo rasgo común es que son Anti-Obradoristas y sus protestas han llegado a Palacio Nacional.
Andrés Manuel lo sabe: los Movimientos Estudiantiles, especialmente los de la UNAM, trazan rutas de acción impredecibles. Ya lo vivió en 2000 durante el cierre de campaña de Cárdenas en C.U. ante los Líderes del CGH y sus bases, que le arrebataron la dirigencia del movimiento al cardenismo y lo volvieron en su contra. El costo político fue muy alto: Fox los arrasó y se convirtió en el triunfador de la elección presidencial. La moneda está echada al aire.
Hugo Sánchez Gudiño