Un viaje, un libro. Un libro, un viaje”. Crecí siempre con la idea de que al leer conoces otros mundos, personas y realidades. Recuerdo que cada verano le tomaba algunos libros a mi papá y me proponía a leerlos con un plan. Así es como creé el hábito de la lectura. Leo para aprender nuevas cosas, para inspirarme, como herramienta de trabajo y por placer. Leo porque es como hacer ejercicio o trabajar.
Hoy en México leemos menos. En el 2016 casi el 82% de los adultos leía de forma habitual, cifra que en este 2023 ha caído hasta 68%. O dicho de otra forma, tres de cada 10 mexicanos no han leído un libro en el último año, según el Inegi. Es una mala noticia para México, frente a otros países como la India, Tailandia y China, que no son muy distintos a nosotros y donde se lee nueve horas a la semana. La diferencia es que han invertido en su desarrollo económico y en la educación al mismo tiempo, sabiendo que uno no avanza sin el otro.
Si hablamos de libros leídos al año, los mexicanos leemos un promedio de cuatro, contra 17 que leen los canadienses o los franceses. Pero eso sí, nuestras horas frente a un dispositivo electrónico se han elevado a 4.8 diarias, cuando hace cinco años era de 3.2 horas.
Estamos frente a un reto como país. Algo tan sencillo y necesario por sus beneficios educativos y sociales, no es prioridad. En ciudades como Chicago o San Francisco existe el programa de gobierno “Una ciudad, un libro”, donde toda la ciudad fomenta que todos lean el mismo libro durante un año y se organizan foros en bibliotecas, escuelas, podcast, etcétera. Todos leyendo al mismo tiempo, creando comunidad y fomentando el hábito de la lectura.
Tenemos la Feria de Libro de Guadalajara, la segunda más importante del mundo, después de la de Frankfurt. Y contamos con una red de 7 mil 400 bibliotecas públicas en el país. Todos podemos fomentar la lectura, empezando con los niños, que es donde se crea más fácilmente el hábito. La lectura no debería de ser opcional, sino parte de nuestra cultura. Leer es barato, consuela, inspira, da conocimiento y experiencia. Como dicen por ahí: “Un lector vive mil vidas antes de morir. La persona que nunca lee vive solamente una”.