Estuve en días pasados con Altagracia Gómez, la coordinadora del Consejo Empresarial de este sexenio. Presenté junto con el IMCO y Kiik Consultores el Informe Anual de las Mujeres en la Empresa, frente a un grupo de líderes empresariales que fueron convocados principalmente por Altagracia y Luis Téllez, presidente del Club de Industriales de CdMx.
Los números son cuesta arriba. Apenas 12 por ciento de las mujeres que entra al mundo laboral en México llega a una dirección, y 13 por ciento a un ocupar una silla en un consejo de direción. Los avances han sido mínimos año con año. Realmente todo se resume en el compromiso que los líderes hagan frente a esta realidad. Se puede hablar de políticas públicas pendientes, lo que ya se ha hecho en otros países y ha funcionado, pero eso llevará años.
Ya no tenemos tiempo, y más sabiendo los beneficios que trae el tener mujeres en puestos de toma de decisión. Incorporarlas no es un tema solo de justicia, sino de conveniencia. Las empresas ya no pueden darse el lujo de seguir siendo un Club de Toby. Se necesitan cambiar esos números, no por “ser buenos” o ayudar a la mujer; sino por cuestiones financieras, por reputación y porque si no, las empresas ya no son atractivas para el mercado y nuevas generaciones.
Si algo me impresionó fue el compromiso de Altagracia Gómez. Verla llegar con su sencillez es impotente, pero escucharla hablar es más impactante. Tiene apenas 32 años y parece que es experta en todos los temas. De las preguntas hechas supo contestar todo sin leer, con datos duros, con acciones concretas y siempre con un compromiso personal e institucional. Desde que supo los números de mujeres en los consejos se ha tomado el tiempo de hablar a cada uno de los empresarios para ver cómo puede ayudar a aumentar la participación de las mujeres.
Altagracia quiere más mujeres en las empresas para marzo 2025, sabe las implicaciones y está trabajando en ello. Sola no puede, tiene el apoyo de miles de mujeres y hombres, y el encargo de la presidenta Claudia Sheimbaum. Ella, junto con todos los ahí presentes, sabemos que es cuestión de voluntad.