Cuando vivimos con miedo no es posible ver el futuro y se nubla nuestra perspectiva de bienestar o progreso. Dejamos de vivir y empezamos a morir en vida. Esto es México para muchos mexicanos y visitantes, un lugar de miedo, de anarquía, de vivir bajo la sombra del peligro constante. Lo que pasó en Taxco con la niña Camila es una historia que nos indigna, que nos confirma la fractura social en la que vivimos y la falta de estado de Derecho. Guerrero no es el único, Nuevo León con sus desaparecidos y secuestros de estos últimos días, nos muestra que es una situación a lo largo y ancho del país.
Hace siete años visité Taxco, con el afán de conocer todos los pueblos mágicos del país, y recuerdo sentir miedo en la carretera para llegar. Quise desafiar el miedo y seguir explorando nuestro bellísimo país, pero no puedo negar que lo único que rondaba en mi mente eran los estudiantes desaparecidos en Iguala. Vivir, trabajar o transitar en nuestro país es un acto de fe. Seguimos operando porque lo tenemos que hacer, tomamos más precauciones, pero el miedo está presente y muchas vidas han cambiado. Atrás quedó la Capital de la Plata, cuando lo único que sale de Taxco, como de otras ciudades, son noticias de terror.
Ante el miedo, nos volvemos sin recursos. Las autoridades experimenten el mismo proceso, se vuelven carentes, insuficientes ante la falta de instituciones y liderazgos fuertes. En este caso, vemos a la policía totalmente sobrepasada, incluso por los mismos ciudadanos que tomaron la justicia por su propia mano. Al no tener recursos, actuaron por su cuenta. Pagaron con más violencia la ausencia de autoridad, hasta llegar al linchamiento y muerte de la presunta responsable.
Ante el miedo, pasamos la responsabilidad a otros. Ante el asesinato de Camila, la autoridad culpó a la madre: “Hubo una responsabilidad maternal y hay una omisión…”. Revictimizamos a la madre, no bastó la pérdida de su hija, sino la volvimos también responsable. ¿Qué futuro puede ver una ciudad como Taxco ante estos acontecimientos?
Ausencia perpetua, es la situación que viven los familiares de las víctimas mortales por la inseguridad, término que ha definido la filósofa argentina Diana Cohen. Sufren la ausencia y arrebato de sus familiares, así como la ausencia de paz, certeza, seguridad. Ausencia, tras ausencia es lo que vive Taxco y México.
El miedo es agotador, pero como dice la escritora Alma Delia Murillo, también puede mover montañas, aunque parezca imposible. Esto parece ten lejos, pero algo tenemos que hacer para llenar estas ausencias.
