La industria de los videojuegos creció a pasos agigantados desde el año de 1972 con la llegada de Pong, o Tele-Pong para algunos, con dos simples líneas y un cubo flotante que recorre la pantalla para chocar y así ganar puntos, un título que se puede ejecutar en equipos con capacidad de dos Kilobytes (KB), ni lo que pesa una fotografía actualmente.
Hoy en día se tienen videojuegos con un peso superior a los 300 Gigabytes (GB), para tener una idea de la capacidad de las nuevas consolar un GB equivale a un millón 48 mil 576 KB, es decir 524 mil 288 veces el juego de Pong, pero esto no necesariamente implica mayor calidad en un producto, ahí lector entra el cuestionamiento ¿qué es más importante, la cantidad o la calidad?
Haríamos bien en recordar los esfuerzos que realizaron los programadores para ajustar el peso de los títulos de una consola a otra, esto sin sacrificar la jugabilidad, belleza gráfica y narrativa de su producto.
El espacio que demandan estos juegos en la actualidad, más requerimientos y constantes descargas de actualizaciones para terminar o arreglar algunos errores que no se contemplaron desde un inicio, por el acceso a internet, ha sido un vicio con el que la industria no sabe luchar y que muchas veces genera descontento entre los compradores.
Un ejemplo de calidad se atribuye a la desarrolladora Capcom, en específico el título Resident Evil 2, el cual originalmente se lanzó para la PlayStation de Sony en el año de 1998, el peso de 750 Megabytes (MB) requirió de dos discos para contener todo el juego. Sin embargo, los desarrolladores asumieron el reto de adaptar este título para la Nintendo 64, a un cartucho con una capacidad de 64 MB, únicamente un 8.5 por ciento del peso original del videojuego, y lo hicieron sin sacrificar niveles o cinemáticas, sino que fue a través de códigos más eficientes e inteligentes para lograrlo.
“Quienes olvidan la historia están condenados a repetirla” dice el dicho, y por lo visto muchos desarrolladores en la actualidad olvidaron este gran trabajo para adaptar un juego de una consola a otra con menor capacidad de almacenamiento sin perder calidad, un logro que debería tener más impacto en la industria actualmente.
Del nivel secreto
No se discute el avance tecnológico de los videojuegos en 53 años, visualmente son impresionantes, hermosos y compiten con cualquier arte, al final son parte del Noveno Arte. Pero, de verdad es necesario saturar el almacenamiento de una consola para lograr este efecto, y compensa la belleza visual la falta de ingenio para brindar productos de calidad a sus fieles seguidores. Los desarrolladores de Resident Evil 2 no están de acuerdo, y hace falta más ingenio en los códigos de programación para lograr la meta, no actualizaciones absurdas que generan tiempos largos de descarga o de la necesidad de tener conexión a internet para jugar un título completo, llámenme anticuado, pero por algo se extrañan los cartuchos, comprar un juego u disfrutarlo sin instalación y actualización innecesaria.