Hace pocas semanas, en uno de esos rallys donde el ex presidente de EU agradece a sus grandes amigos que lo acompañan, mencionó a Nicky Jam. Ya saben, el voto reguetonero es codiciado y por lo mismo buscan a sus representantes para la política. El problema, el primero al menos, fue cuando agradeció la presencia de Nicky con un: “¿La conocen? She is hot”. Enseguida el que lo conoció fue Trump, porque el músico subió corriendo con una sonrisa al escenario, a pesar de que no sabía siquiera que no es mujer. Y bueno, luego de eso Maná desapareció el sencillo y cualquier plan de colaborar con el cantante, citando que ellos no pueden estar con quien apoye al racismo.
Diario hay una historia como esta, pero hoy Alejandro Fernández tuvo que hacer lo mismo que Taylor Swift al negar que imágenes compartidas por miembros de la campaña del candidato republicano, con la imagen de Don Chente, aparecían con el texto, “Latinos por Trump”.
Alejandro no le está diciendo a la gente por quién votar, aunque en el pasado sí ha apoyado candidatos demócratas, pero lo que deja más que claro es que está fuera de lugar que tomen la imagen del gran charro mexicano para impulsar a alguien que se ha destacado y continúa por una retórica de repudio y maltrato a los migrantes en su país. Y vaya que no solo ha sido retórica, la frontera siempre será tema y sí existen esos latinos por Trump en varios estados, pero tratar de resignificar la imagen de un mexicano tan emblemático como Vicente Fernández requiere de una reacción contundente y de una voz autorizada como lo es la de su hijo. Nadie se salva de tratar de ser utilizado en lo peor de la política actual, ni siquiera esos mexicanos a quienes el odio impulsado por Trump ha afectado de manera cruel y certera, a poco más de un mes de las elecciones.