A las 7 en punto bajaron las luces en el Alamodome en San Antonio, Texas. Una luz blanca apuntó al escenario y un hombre de jeans y cachucha apareció de la nada. “¡Lo conozco desde 1980 y quiero que le den la bienvenida a su escenario a mi gran amigo: ¡Sting!”. Y así fue como apareció el británico quien, aunque todas sus biografías aseguran que tiene 73 años, parece imposible de creer al toparnos con su forma vocal y, pues sí, física también. ¿El humilde presentador? Billy Joel.
Cuando los grandes se reúnen los egos no necesitan salir a jugar. Y las verdaderas amistades y admiración se notan en el escenario. Eso sí, con enormes excepciones de algunos éxitos que cantaron juntos, y volveremos a ello, cada uno trajo su propio show. El de Sting sencillo, pulido y nostálgico, de una hora y cuarto. El de Billy enloquecido, feliz, divertido y casi de tres horas horas.
“Big Man in Mulberry Street” del album The Bridge, quizás no sea uno de los éxitos más conocidos de Joel, pero sus fans amamos la cancion y lo escuchamos decir que la escribio para Sting. Así que escucharlos juntos es un regalo. “Every Little Thing She Does is Magic” con ese dueto, le hace justicia a su nombre. Sting declaró antes de este concierto a la radio de San Antonio que si bien él no es telonero de nadie, su admiracion por Billy lo tiene completamente feliz con el arreglo. Uno que por ahora no esta programado para que llegue a México cuando Sting lo haga para marzo de 2025 en el Auditorio Nacional.