Por años a las mujeres se nos ha denigrado, ignorado y se han burlado de nuestras emociones y padecimientos, descartado como si los temas hormonales fueran un pretexto. Específicamente durante ciertos días de nuestro ciclo menstrual. Y sí, en particular cuando esos padecimientos son agudos y tan profundamente dolorosos que de verdad son incapacitantes. Así que bien por los legisladores de poner eso sobre la mesa en el Congreso. Sin duda es un primer paso adelante. También es una triste gran oportunidad para personas sin empatía de desacreditar lo que claramente ni conocen y jamás van a conocer.
Por ello una ovación de pie a las periodistas Mónica Castañeda y Christian Lara no solo por ponerle un alto al tono burlón de su compañero Alejandro Villalvazo en Hechos Meridiano, de Tv Azteca, explicándole lo que cualquier mujer sabe: muy pocas tienen acceso a un ginecólogo y el sistema de salud de por sí está saturado, como para esperar que se puedan dar esos justificantes médicos para faltar al trabajo por semejantes dolores. La ley propuesta contempla el padecimiento de la dismenorrea que suena muy complejo, pero en realidad es, desde su derivado etimológico “dis”: difícil, “men”: mes, “rheo”: flujo.
Dolores menstruales y más síntomas incapacitantes, pues. Y como las conductoras trataron de explicar, eso no siempre es una constante ni se determina en un estudio inmediato. Los dolores no siempre se reflejan en esos estudios. La discusión sería buena para perfeccionar la ley, sin duda, pero tristemente lo que tomó vuelo fue la actitud retadora ante sus compañeras de Villalvazo, quien claramente les trata de explicar cosas que él nunca ha vivido. ¿Por qué no tendremos una palabra como mansplain en español cuando más la necesitamos? Créanos, señores, no es un debate. Sospecho que si supieran de ese dolor, estarían manifestándose para que la ley salga y salga bien y sin trabas.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel
