A pesar de todos los problemas que la Hollywood Foreign Press ha tenido con los Globos de Oro, la función no solo sigue, sino que las nominaciones nos sirven para darnos cuenta de algunas cosas. Van sin ningún orden en particular.
Estos premios siguen siendo mucho más apegados al gusto del público que al de los habituales críticos de cine; sin embargo, en tiempos en los que las cintas son de festival, de circuito comercial de cines o de streaming (incluyendo combos de estas tres) los miembros votantes tuvieron mucho más trabajo que nunca.
Es bueno notar que cintas que aún no estaban en el panorama popular, como es el caso de Tar, con Cate Blanchet, sí tienen sus merecidas nominaciones, igual que la más nominada The Banshees of Insisherin, del gran Martin McDonagh, y eso hará que más personas las busquen, ya sea on demand o en los pocos cines donde estén en enero.
Diego Luna está merecidísimamente nominado (por Andor) junto a varios grandes como Jeff Bridges y Kevin Costner en la categoría de Mejor Actor en una Serie de Drama. Y, de hecho, todas las categorías de actuación y dirección se leen como en los mejores tiempos recientes del cine prepandémico.
No obstante, el hecho de que sigan separando las categorías entre Dramática y Musical o Comedia se muestra aún más absurdo que nunca, cuando cintas como Pinocho de Guillermo del Toro quedan fuera de las principales nominaciones (tiene tres) porque no saben cómo o dónde colocar un drama animado musical.
Una sugerencia para los demás premios: Mejor Película. Guillermo no solo demuestra una vez más que no hay géneros ni técnicas menores cuando la historia está perfectamente contada con todos sus elementos. Esto apenas regresó y apenas comienza.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel
