Tal vez deberíamos invitar a Elton John, al príncipe Harry y a Elizabeth Hurley a que nos platiquen sobre la megademanda que se acaba de dar a conocer contra el tabloide Inglés The Daily Mail y varios más, acusándolos de descarado espionaje en sus espacios privados.
Esto incluye acusaciones contra la contratación de detectives privados para colocar aparatos que graben a los famosos, que eventualmente acabaría en los titulares de la Gran Bretaña y el mundo.
Tema delicado a escala mundial, pero de particular interés para tantos de nosotros que pensábamos que eso pasaba en otros lados (por ello desapareció News of The World). Sin embargo, la defensa de estos periódicos de chismes es, detengan un segundo si les suena familiar, que eso es falso y que no tiene nada que ver con la demanda anterior, con la que sí se está ligando la materia de hackeo telefónico que sí tuvo, por primera vez, consecuencias serias.
Tal vez suene a poca cosa cuando estamos ya tan acostumbrados a oír de temas así, pero aún más grave porque tratan de temas de seguridad nacional local e internacional, y que no viene de los medios sino de ciertos gobiernos y grupos de poder distintos.
Todos debemos ser muy responsables de nuestras acciones, esta demanda es particularmente relevante porque está en la posibilidad de crear, si no jurisprudencia internacional, al menos mucha más atención a la materia por los personajes en cuestión.
En realidad todo esto es una de esas notas que suenan a farándula pero aplican a derechos que resultan básicos, como el de la privacidad que últimamente han sido desdeñados desde los más poderosos del planeta. Y esos no son los tabloides del mundo.
Susana MoscatelTwitter: @susana.moscatel