Por supuesto que cuando Leonardo DiCaprio compartió en sus redes sociales el póster oficial que Sony liberó sobre la próxima película de Quentin Tarantino, Once Upon a Time in Hollywood, la ciudad enloqueció. Lo sé, estoy aquí y pocos de mis compañeros de los medios quieren hablar de algo más.
Esta es una de las cintas más esperadas por la industria por motivos incontables, pero detallemos algunos de ellos. Son Brad Pitt y Leo DiCaprio juntos en una cinta sobre un Hollywood por el que hay mucha nostalgia. Una fábrica de sueños que muchos añoran y aseguran que ya desapareció. Ya queda muy poco de la generación de estos dos supermegaprotagonistas, es posible que el comentario tenga tanto que ver con el presente como con el Los Ángeles hippie de los 60.
Pero ocurre otra cosa que ya no debería sorprendernos. La cinta, con toda la nostalgia que contiene desde su concepción, es una obra de Quentin Tarantino. Y no será una versión light de lo que hace el director, maestro de la violencia extrañamente constructiva. No, Tarantino no va a aplicar un Tim Burton en Dumbo, me aseguran un par de personas que ha participado en esa producción. Va con todo.
Y estamos hablando de Charles Manson, el gran asesino y de sus seguidores. También en la historia tenemos claramente a quien era mujer de Roman Polanski, Sharon Tate (interpretada por Margot Robbie), quien fue asesinada por este culto perverso junto con varias personas más en su casa (Polanski estaba rodando en Europa). No es precisamente el tipo de suceso que cause un sentimiento de nostalgia por tiempos mejores, ¿o sí? Pero en este mundo tan cambiante, donde se produce contenido desechable que viene y va, donde la fama nada tiene que ver con aportación sino con algoritmos, donde el mal aún sigue presente pero se mueve de manera mucho más impune por los canales más misteriosos de la política y las redes, creo que hay un valor muy interesante en recordar lo malo de otros tiempos. Más con lo más poderoso que queda del Hollywood que parece ir de salida.
Sí, yo veré a Tarantino hasta que me muera o él deje de hacer películas. ¿Pero las nuevas generaciones sabrán apreciar la deliciosa diferencia de su confrontación a los estándares a través de la violencia, de la violencia en sí? Estamos sintiendo nostalgia por una época mientras nos vamos despidiendo de otra. Una razón más para querer que ya llegue el verano
Hablando de nostalgia
Vengo saliendo de ver 20 minutos de la cinta Rocketman y solo puedo decirles que creo que algo muy especial viene en camino. Amo la noción de que es considerada por sus protagonistas como un musical y, a la vez, una película sobre música (no es lo mismo). Y también, ya que estamos hablando del tema de la apropiación generacional, quienes nunca hemos dejado a Elton John debemos prepararnos para compartirlo con quien nunca lo había oído. Lo bueno es que Bohemian Rhapsody ya nos preparó. Si es que eso es posible.
Twitter: @SusanaMoscatel