Hay de domingos a domingos y el pasado, sin duda, quedará para la historia en muchos sentidos.
Por la mañana, cuando Joe Biden anunció que se retiraba al final de la contienda por la presidencia de Estados Unidos y mientras desayunábamos unos perfectos chilaquiles, se me ocurrió preguntar: “¿Será domingo de la Casa Blanca o de La Casa de Toño?”.
Mis acompañantes apostaron por los chilaquiles, hasta que agregamos algunas “casas” que marcarían el día. El antepenúltimo (y brutal, yo lo amé, déjenme en paz) capítulo de La casa del Dragon esta temporada y pues, el arranque de La casa de los famosos.
Es inevitable no pensar en juegos de palabras o mensajes soberbios sobre lo que a uno le interesa en un día así.
Jugando a Arjonismos nos molestamos con “Tu tan casa de los famosos y yo tan casa del Dragón”. La verdad es que en redes sociales fue interesante hacer una encuesta y, en las mías al menos, me alegro de informarles que los dragones lograron 33 por ciento de votos, Toño, 28 y, aquí es donde se pone interesante, los famosos, 24, mientras que la Casa Blanca solo tuvo 15 por ciento.
Vaya, estamos en México y muchos hemos tenido suficiente de política propia, pero no puedo dejar de pensar que son días históricos que marcarán el futuro no solo de Estados Unidos, sino del mundo, y por otro lado, no puedo dejar de pensar en dragones.
Una vez dicho todo esto, me queda claro que lo que dominará los ciclos del interés popular será La casa de los famosos y pues, tal vez algo completamente inconsecuente pero divertido es lo que un domingo de descanso realmente requiere. Supongo. Creo que necesito otros chilaquiles.