El mundo de los negocios está lleno de “ideas felices”, es decir, de buenos deseos, intenciones, ah, de estos ¡no faltan! Somos muy buenos para proponer y augurar todo lo maravilloso que pueda ser, y sobre todo con nuestro magno esfuerzo que muchas veces se queda muy corto y limitado con base en lo que nos propusimos.
De hecho la época que más florecen estos buenos deseos, o como dice un director amigo, “ideas felices”, es entre octubre y diciembre.
Son los tiempos de preparar los presupuestos y las metas estratégicas y operativas del próximo año; es cuando más surgen este tipo de propuestas.
Veamos algunos ejemplos:
• Deseamos ser más competitivos y productivos.
• Tener la mejor fuerza de trabajo.
• Nuestro personal es “la piedra angular de la empresa”, gracias a él somos competitivos.
• Crecer en el mercado y ser más competitivos en los productos y servicios que ofrecemos.
• Mejorar continuamente los procesos de producción.
• Ser más eficientes en el área de mantenimiento.
• Reducir el costo de producción, para ser más eficientes.
• Establecer sistemas que faciliten el flujo de la información y mejoren la toma de decisiones.
• Crecer y penetrar en el mercado nacional e internacional.
• Superar a la competencia en la calidad que ofrecemos a los clientes.
• Ser los líderes en el mercado nacional.
• Seguir desarrollando a nuestro personal para ser mejores que nuestra competencia.
• Desarrollar e implementar el sistema de seguridad e higiene para evitar y prever accidentes en el trabajo.
• Buscar tener un mejor margen de utilidad.
• Cumplir con los requisitos establecidos por las leyes competentes.
• Implementar certificaciones de seguridad, calidad y manejo del buen ambiente de trabajo, así como el cuidado del ambiente ecológico que nos rodea.
• Reducir sustancialmente el número de quejas al cliente.
¡Bueno, bueno!
Así podríamos seguir llenando las hojas y formatos de tantas buenas ideas.
Pero desafortunadamente no pasarían de ahí, por lo que sugiero lo siguiente:
• Siempre poner a describir un número, ya sea en número específico y/o absoluto, en porcentaje o medida, para ser más específico.
• Evitar las palabras “deseamos, queremos, buscamos, ser los líderes, seguir, superar, tenemos lo mejor, pensamos que…, continuar…”
Son palabras HUECAS, que solo se escuchan bonitas, pero NO DICEN NADA.
• Mejor describir expresiones, como: Reducir en un x %, Mejorar el... en un x%, incrementar en un y %, abrir x sucursales, implementar los siguientes procesos, tareas o acciones, o alguna expresión cuantitativa.
Para poder hacer una buena planeación, se debe ser más contundente y directo, sin darle tantas vueltas, sin temor, sin que les tiemble la mano.
¡Hay tarea!