Familias destrozadas. Los hospitales llenos y las funerarias trabajando al tope de sus capacidades. Los restaurantes, hoteles, transportes, y en general todo el sector de servicios, reventados económicamente. Las micro, pequeñas y medianas empresas, cerrando. Una gran parte de la población, sumida en problemas como la depresión por el encierro y la falta de certidumbre.
Los puntos de venta, renta y llenado de tanques de oxígeno, abarrotados; personas que pasan más tiempo formadas esperando su turno que lo que va a durar el tanque y que pagan en muchas ocasiones precios verdaderamente abusivos, pero que saben que es la única forma de que sus familiares sigan dando la batalla.
Los jóvenes egresando de sus carreras sin opciones de trabajo. Los niños y jóvenes del medio rural y de muchas colonias marginadas, sin clases. El desempleo que no para. La inseguridad, creciendo. El país está a su suerte.
Y en medio de todo esto, que es el peor momento que hayamos vivido en los últimos 100 años, el Presidente sigue en niveles de aprobación altísimos pese a una gestión desastrosa. Seguimos actuando por emociones y no por razones.
Seguimos justificando en el pasado nuestra desgracia de hoy, sin reconocer lo evidente: con el gobierno de cualquier otro partido que se apegara a la lógica, a la congruencia, sin dogmas ni fanatismos, estaríamos mejor. Con cualquiera.
¿Es este el México que quieres? Contesta sin dar más explicaciones, pero contesta. Si tu respuesta es sí, déjame asegurarte algo: estás entregando tu vida, la de tus hijos y la de tus nietos, quizá ellos en algún momento podrán revertir esta situación a la que hemos llevado al país.
El odio que como mexicanos sentimos por todos aquellos que robaron desde el gobierno, por todos aquellos prepotentes que no atendían a la gente, por todos aquellos que con sus acciones contribuyeron a que este fuera un país marcado por la pobreza, la desigualdad y la marginación, es justificado; pero no por eso vamos a enrutar nuestro futuro a uno todavía peor.
México nos necesita unidos y necesita un gobierno para todos, que apoye a los que menos tienen, pero que no deje solo al que genera el empleo; que comprenda que nuestro país cambió. El pasado está en el pasado; el presente y el futuro está en nosotros. _