La siguiente Asamblea de Primera División echará chispas desde el primer minuto, ya que los dueños de los equipos tienen en la agenda tres temas fundamentales para el 2025, el primero de ellos será la votación, que por cierto ya no será unánime, del Fondo de Inversión, en donde el Comisionado les presentará la propuesta del Fondo y ellos decidirán si votan o no a favor, dejando la responsabilidad en los clubes y no en la figura del Comisionado, ya que ante la negativa de más de cinco clubes que hace semanas le adelantamos en este espacio, quieren evitar culpas y responsabilidades y dejar a los dueños que decidan lo mejor para su negocio.
El segundo punto es el apoyo o no a Selección Mexicana en todo momento, en horarios de entrenamiento, concentraciones, partidos amistosos y presupuesto para hacer la mejor preparación posible y que ha pedido Javier Aguirre y compañía, esto porque muchos lo hacen de dientes hacia afuera y el apoyo a la hora de prestar jugadores en momentos que se necesitan es fundamental para el cuadro mexicano en busca de credibilidad y resultados positivos.
Otro punto será el arbitraje, que viene de la mano con las decisiones tomadas en los últimos días como la imposición de Herrero a Archundia y Osses, y otro tema que no está de más es ver la puerta por la qué entró o quién recomendó a Víctor Manuel Aguado para realizar la nueva estructura en el área del logística de la Selección Mexicana junto a Arturo Villanueva, ya que el primero, y con un tres semanas en la FMF, despidió a personas de diferentes áreas bajo el argumento de no conocer su trabajo ni funciones. Así se las gastan ahora con constantes cambios, incluso despidiendo a una mujer embarazada de siete meses, sin miramiento alguno.
Por lo que hemos sondeado, algunos de los 16 presidentes tiene en mente preguntar si la puerta por la que entró Víctor Manuel Aguado es la de Carlos Hurtado y porqué se le dejó regresar. Esperemos que la valentía y respeto a su negocio se imponga y los cuestionamientos realmente se hagan presentes antes de la foto típica y falta de toda calidad y respeto.
Árbitros en guerra
Se dieron a conocer los árbitros y asistentes que estarán en la Liguilla, pero llama la atención una notable ausencia: Fernando El Cantante Guerrero. ¿El motivo? La gestión de Archundia y Osses parece estar basada en venganza o en una guerra interna que lleva todo el certamen entre árbitros de experiencia y dirigentes.
En un movimiento sin precedentes, establecieron criterios de designación solo para la Liguilla, en un comunicado que incluyó lo siguiente: Participación en 7 o más partidos como central, calificaciones del torneo, una o ninguna falta administrativa durante el torneo regular. También pueden ser considerados para cuarto árbitro, VAR o AVAR.
A pesar de cumplir con estos criterios y tener una buena actuación en su último partido entre América y Pachuca, Guerrero fue relegado al VAR y ahora está fuera de la Liguilla. ¿Dónde está la transparencia de la que hablaron y que el propio Herrero les mencionó a los silbantes, incluso no lo mencionó hace unos días a un grupo de periodistas?
Pero más increíble es que cada Liga tenga sus propios criterios, cuando el arbitraje mexicano es uno solo y se debe de regir bajo el mismo criterio, pero en la Liga Expansión los criterios no aplican igual: Salvador Pérez Villalobos, con solo un partido en la temporada regular, fue designado para los cuartos de final entre Atlante y Dorados, y ahora para la semifinal entre Celaya y Atlante. ¿No hay criterios en Expansión, señor Herrero?
Otra incongruencia a los parámetros, Luis Enrique Santander, quien apenas tuvo cuatro partidos como central, fue asignado como VAR. Si El Cantante no cumple para el VAR, ¿qué méritos tiene Santander?
Las fallas administrativas también parecen manejarse con doble estándar. Iván Antonio López, por cierto muy allegado a Armando Archundia, cometió un error en un informe en la categoría Sub 23, lo mismo que El Cantante; en un partido de Primera División, pero solo uno fue castigado.
Si Archundia y Osses, y ahora Herrero, ya no quieren a Guerrero, deberían decírselo de frente. Alegan indisciplina para quitarle el gafete, pero sin abrir una investigación. ¿Y qué pasó con la investigación pendiente sobre Rosario Cárdenas? Varias cabezas del arbitraje sabían y estaban enteradas desde el primer momento que ocurrió y no quisieron hacer caso.
Hoy el arbitraje mexicano está que arde en los escritorios.