El Tri se va a encontrar hoy con quien se volvió su bestia negra ya desde hace un buen tiempo. En partidos oficiales, los combativos mocetones de la Suprema Selección de Patabola de Estados Unidos Mexicanos no le ganan a los igualmente ofensivos muchachotes del equipo de Estados Unidos de América desde el tórrido verano de 2019. O sea, que el honor patrio futbolístico lleva casi cinco años sin poder redorar sus blasones.
Hubo tiempos en que enfrentarse en una cancha al conjunto de las barras y estrellas era la única ocasión en que el agraviado pueblo mexicano podía plantarle cara a los yanquis imperialistas pero, miren ustedes, resulta que el soccer se ha vuelto también una disciplina deportiva en la que tienen tamaños porque se ha popularizado grandemente en el vecino país. Al punto de que en el futbol femenino son ni más ni menos que el mejor equipo del mundo, vistos los logros y resultados que han obtenido.
Lo de este anochecer, entonces, será una prueba a superar y si los goles no caen en las redes de nuestro rival histórico entonces tendremos que olvidarnos de las glorias pasadas y reconocer, con gesto retorcido y apretando la mandíbula, que esos futbolistas vagamente inocentones a los que solíamos pasarles por encima son ahora mejores que los que tenemos aquí. Amarga constatación.
Las chicas, en el partidazo que dieron, justamente, contra las estadounidenses, nos regalaron un gran momento a los aficionados. No sólo eso, sino que marcaron un hecho clave en el escenario futbolístico de nuestro país: nos dimos cuenta, por si no nos habíamos enterado todavía, de que el balompié que juegan las mujeres puede ser tan interesante y atractivo como el de los machos certificados. Fue, entonces, un estupendo acto de promoción y podemos esperar que crezca el número de seguidores de la Liga BBVA MX Femenil. Ah, y ahí viene la Summer Cup, en la que los seis mejores equipos de aquí se medirán con 14 equipos de la National Women’s Soccer League de la suprema potencia mundial. Estupendo acuerdo.
Volviendo al tema de la pasada W Gold Cup, es cierto que después de la formidable exhibición ante los Estados Unidos tuvo lugar la estrepitosa derrota ante Brasil. El equipo volvió entonces a encontrarse con la realidad de que queda todavía un largo camino por recorrer, pero ese gran triunfo nadie lo borra.
Hoy, es el turno del Tri de emular la actuación de las muchachas. Vistas las cosas, no lo tendrá nada fácil.
