¿Amarillo, el semáforo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Y, sobre todo, ¿por qué?
Y, pues sí, con el foco prendido de esos colores, los estadios podrán llenarse a la mitad de su capacidad. Hablo del relanzamiento de nuestra Liga MX, estimados lectores, algo que los aficionados esperamos con ansias e ilusiones. Pero, con perdón, ¿en qué momento cambiaron las cosas como para que sí vayan a tener lugar los juegos a puertas cerradas que se descartaron al comenzar la epidemia? ¿Cómo es que se ha tomado la decisión, en el momento en que hay mayores contagios y más muertes, de celebrar el torneo Apertura 2020 siendo que el Clausura se canceló cuando había menos fallecimientos y menos casos detectados?
No quiero ser aguafiestas pero no entiendo. Y vaya que yo mismo escribí, en uno de los artículos más desenfadados y posiblemente irresponsables que he publicado, que los partidos de futbol podrían haber seguido jugándose a puertas cerradas en los estadios. Pues no, no estuvo bien eso y luego me desdije (o eso creo). Pero, caramba, en aquellos momentos no estábamos como estamos ahora. La cosa comenzaba apenas. Hoy, 14 de junio de 2020, nada está dicho todavía sobre lo que pueda pasar.
Creo, con perdón, que no nos hemos dado cuenta de lo que está ocurriendo realmente. Mucha gente no puede permitirse el lujo –por decirlo de alguna manera aunque no estamos hablando en lo absoluto del disfrute de un privilegio sino del mero propósito de proteger la vida y la salud de uno mismo— de permanecer en casa. Incontables personas deben seguir saliendo a la calle para ganarse el pan de cada día. Pero en otra gente adviertes una extrañísima despreocupación como si el tema de los cadáveres y de los pacientes que se asfixian horriblemente no fuera con ellos: los miras ya en reuniones de amigos y, aquí en Aguascalientes, te los encuentras departiendo alegremente en bares y cantinas. ¿En qué quedamos, entonces?
Se entiende igualmente el tema de la economía y es absolutamente necesario que la maquinaria del comercio y de la producción se vuelva a poner en marcha. Estamos hablando de los empleos de la gente, sobre todo. Lo que resulta incomprensible, sin embargo, es lo de anunciar el retorno a las actividades de antes, así sea parcial, precisamente ahora.
En fin. Ya vamos a tener futbol…