Oiga jefe y qué ocupo para pertenecer aquí a la corporación. ‘Ire, verá usted, pues ya ve cómo está la crisis, edá, y uno siempre anda queriendo superarse, y en estas fechas los gastos van creciendo. Que la casita, luego que una casa un poco más grandecita, ya ve, llegan los chamacos y uno pues ya no cabe, pero ahí poco a poco.
Y que la tele, ahora con el cambio ese que hubo, pues a comprar unas grandotas, de plasma, de esas en que los pececitos de colores se ven rete bonitos. Y si nomás fuera una pues está bien, pero mi vieja quiso una en la cocina y otra para los chamacos en su cuarto y una obligada en la sala, ey, luego qué ven las visitas, edá.
Y no es que uno aspire a poner su ofchor como esos ricachones que sabe qué hicieron en Panamá o las Bermudas o sabe dónde, no, no se trata de eso. Se trata nomás de traer uno su dinerito y si se puede ahí poner un negocito para irla pasando poco a poco. Porque ya ve usted cómo está la crisis. Ah, ya le dije eso. Disculpe, es que no son nomás los ticks, también se me va el rollo de repente.
Pues como le iba diciendo, ando viendo si hay chance de entrarle aquí a la corporación. ‘Ire, yo también le sé hacer a eso, pues usted ya sabe, a eso que ahora dicen que está prohibido que por los derechos humanos y esas fumadas.
Sí hombre, como el polecía ese que dicen que tiene el récord de denuncias por madriar a los que caen en sus manos. Ándele, ese, el que se chingó bien padre a los que anduvieron protestando que por la políticas neolibe… sabe qué.
Claro, uno no aspira a llegar y batir su récord, no pos está cabrón. Pero sí puedo ofrecerle hacerle la luchita edá. Prometo hacer mi mejor esfuerzo en eso de poner bolsas de plástico en la cabeza y dejarlos que se oguen un ratito. También se me da lo de la electricidá en los destos. Y es que lo mío, lo mío, es la chamba fina y creo que lo que sé hacer sí me da para, cuando menos, sub oficial de investigaciones, a poco no. Sería bien chido.
Ya fui a Zapopan, pero ahí me dijeron que si sabía actuar, que pa’ los videos o sabe qué. Pero me da miedo escénico.
Ándele, contráteme.
No lo defraudaré.
roberto.castelan.rueda@gmail.com