O bien es ineptitud, o de plano es otra vez complicidad. La Fiscalía General de la República (FGR) publicó ayer un documento herido por mentiras (“Información de los procesos seguidos a Israel Vallarta”).
Entre otras falsedades destaca la hora y el día de la detención de Israel Vallarta y Florence Cassez.
Dice ahí que: “el 9 de diciembre de 2005, siendo aproximadamente las 5:30 horas, agentes de la… AFI observaron salir de un domicilio en la colonia San Miguel Topilejo… una camioneta de color blanco… misma que… era tripulada por Israel V en compañía de una persona del sexo femenino (Florence Cassez). (Más tarde) al circular con dirección a… la… Siedo… Israel V manifestó… que tenía (personas) privadas de su libertad… por ello la AFI llevó a cabo un operativo… en el cual rescató a tres víctimas (dentro del domicilio del detenido).”
Como lo hizo notar la periodista Emmanuelle Steels en su libro El Teatro del Engaño (2015) la detención no pudo ocurrir a las 5:30 del 9 de diciembre, porque no habría dado tiempo para fabricar el espectáculo transmitido por televisión donde falsamente se detuvo a Cassez y Vallarta dentro del Rancho de las Chinitas.
Los mismos policías que primero fijaron las 5:30 am se desdijeron más tarde con objeto de forzar la narrativa para que los hechos relatados cuadraran con las circunstancias de tiempo del operativo televisado.
Hay, por otro lado, testimonios y evidencia abundante en el sentido de que la aprehensión de ambos ocurrió realmente el día anterior, el 8 de diciembre a las 12:00 pm, y también de que se privó ilegalmente de la libertad a Vallarta y Cassez durante poco más de 18 horas.
Asumiendo sin conceder que hubiera tres víctimas secuestradas en el Rancho de las Chinitas, al informe de la FGR le falta explicar qué pudo haber sucedido con las supuestas víctimas durante las 18 horas que corrieron entre el verdadero momento de la detención en la carretera México-Cuernavaca y la presunta liberación.
Zoom: las contradicciones en las que incurrió la FGR en su más reciente informe sobre Israel V podrían explicarse por ineptitud, pero otros casos llevan a concluir que la fiscalía de Alejandro Gertz Manero hace tiempo que sucumbió —en tanto que cómplice— a los cantos de la fabricación.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael