Ser millennial implica tener entre 25 y 39 años, pero también tiene que ver con “el ciclo de vida en el que están”, me dijo Juan José Li Ng, economista senior de BBVA. “Hoy la mayoría son empleados, pero en 15 años serán los directivos, los jefes, los empleadores; eventualmente se dará esa transición”.
Los millennials serán vitales para darle forma al mundo post pandemia, esto emociona porque son de las generaciones más éticas, y presionarán para que el gobierno y las empresas reflejen los compromisos y objetivos que visualizan.
Para que logren un mundo mejor deben darse dos cosas: que ellos, los millennials, se tomen en serio la formación de patrimonio y que el gobierno y las empresas se preparen para esa transición generacional.
Lo que hace fuerte a los millennials no solo es su ética, están mejor educados, son conscientes, impulsan la diversidad y equidad, y son resilientes.
Uno de cada tres trabajadores en la reapertura en el segundo semestre del año pasado era millennial, dice el informe de BBVA, Los Millennials en la pandemia: perfil de ingresos y gastos.
“Adaptarse con velocidad a los cambios y tener una mejor preparación ayuda a que te insertes más rápido en el mercado laboral o consigas ingresos más rápido después de un periodo de crisis”, me dijo Juan. Pero, en las crisis también ayuda tener un ahorro, un patrimonio. Eso deben todavía construir los millenials mexicanos.
Muchos no han adquirido un bien inmueble, en parte porque valoran la calidad de vida y no quieren vivir a tres horas de distancia de su trabajo. Pero, gastan mucho dinero en renta; en CDMX este costo representa 54.4 por ciento de su salario, en Querétaro 41 por ciento, en Nuevo León 32.8. “Sin esquemas más flexibles para la adquisición de vivienda, al millennial le costará muchos más años adquirir su primera casa, lo que puede mermar su poder adquisitivo y planes de vida”, me dijo Juan.
Las pensiones son otro riesgo patrimonial que corren. La libertad y flexibilidad laboral que buscan impacta su ahorro para el retiro. “Los esquemas laborales y de seguridad social fueron pensados para una época que ya no es vigente y para una población con propósitos de vida distintos”, concluye Juan.
El patrimonio no es solo un conjunto de ladrillos o unos pesos para el retiro, pero por algo se empieza. Si queremos que los mexicanos entre 25 y 39 años crezcan profesionalmente y cumplan su objetivo de construir un país mejor, México debe verlos, entender estos cambios en las preferencias de sus ciudadanos, anticiparse y estar listo para recibirlos. Ellos, los millennials, deben pensar en la generación de patrimonio como parte de su resiliencia y así estarán más listos para liderar.
@vivircomoreina