Hay tres elementos que permiten la recuperación económica en un mundo con pandemia: la vacuna, el compromiso de los bancos centrales por contener las tasas y los incentivos fiscales, explicó José Luis Ortega, director de deuda y multiactivos de BlackRock México.
En México creemos que la vacuna llegará, sabemos que el compromiso de Banxico existe y asumimos que los incentivos fiscales no son viables. No obstante, el país se beneficia de que en otros rincones del planeta se den los tres factores.
“Vamos a crecer de la mano de Estados Unidos, de un crecimiento global. El mayor motor será lo externo, vía exportaciones y el consumo fuera de México. Va a estar más rezagada la parte doméstica”, añadió.
México, según BlackRock, inició su recuperación en el tercer trimestre de 2020, y si bien se espera cerrar el año con una caída del PIB de 9 por ciento, para 2021 proyectan un crecimiento de 3.5 por ciento.
EU es el gran amigo; su recuperación y fuerza de su consumo nos impulsará. También hay expectativas en el T-MEC, pues en la pandemia muchas empresas se dieron cuenta que las cadenas de producción deben estar más regionalizadas.
El presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, me dijo en una entrevista que muchas compañías quieren regresar a América Latina para que sus cadenas no se detengan en el futuro. México puede aprovechar eso y su situación geográfica para ofrecer incentivos y que algunas multinacionales inviertan en el país para aterrizar sus productos en EU y Canadá. Esta aparente ventaja funciona siempre y cuando se mantengan las tensiones entre China y nuestro vecino.
Otro beneficio que podemos aprovechar: la fuerza y peso de China. “El covid a la economía china no le hizo un gran daño estructural”, dijo José Luis, y BlackRock espera que en cinco años el peso de China en la economía del mundo sea de 20 por ciento (en el 2000 era de ocho). Exportaciones a un país cuyo consumo no se detiene son una oportunidad latente.
Todo esto nos hará crecer, pero si queremos mantener el crecimiento debemos analizar esto: “China ha pasado de ser un productor y maquilador global a ser un país consumidor con una economía interna grande”, dijo José Luis. Y le pregunto, querido lector, ¿no querríamos eso nosotros?, ¿no podríamos fortalecer nuestro consumo interno para no depender tanto de otros?, ¿no nos gustaría ser el país al que menos golpea una pandemia?
Hay varias lecciones para el México emergente que, todavía, por empuje anda. Necesitamos entender esa renovada globalización; entender que si estamos fuertes y sanos en México, dependeremos menos de otros, y de paso, nos caería bien asumir el nuevo orden de inversión, ese que prefiere poner su dinero en lo que cuida al medio ambiente, a la sociedad y tiene un enfoque de gobernanza.
@vivircomoreina