Hoy no debería haber temas más importantes para los mexicanos que detener la violencia, activar la economía y proteger la salud de la población. Todo lo demás es distracción y para eso el Presidente se pinta solo.
Con frases pegajosas, ironías, pasajes históricos, chungas y todo entremezclado con alguna información valiosa, el Presidente prepara un “show” todas las mañanas, desde donde “gobierna”, manda instrucciones a sus colaboradores, escoge a sus siguientes víctimas de linchamiento masivo y nos entretiene con ocurrencias que colocan en la discusión pública y nos mantiene ajenos de los temas torales del país.
México está transitando hacia algo que hasta hoy nadie ha podido definir con certeza, ni los detractores que siempre lo vieron con desconfianza, ni los simpatizantes que creyeron a ojos cerrados lo que se ofreció en campaña, un gobierno de izquierda, anteponiendo a los pobres, combatiendo la pobreza lacerante, iniciando una lucha implacable contra la corrupción.
Sin embargo, hoy tenemos una violencia imparable en muchas regiones del país, con delitos como nunca, prevalece la impunidad y con desprecio a las víctimas por “cuidar la investidura”.
La economía está detenida, no hay la confianza en el gobierno para generar más inversiones y empleos. Se están comprometiendo miles de millones para programas sociales(electorales), sin preocuparse del crecimiento en la economía que garantice que se genere el dinero suficiente para sostenerlos.No habrá dinero que alcance, si se gasta más de lo que se genera.
El gran combate a la corrupción, no fue lo que se esperaba y ha sido selectivo, dejando impunes a Bartlett, Napoleón y otros.
Y la desastrosa implementación del INSABI, que está provocando una de las crisis más graves a los más pobres y desprotegidos del país, con falta de medicamentos e insumos para atender a los enfermos de las familias. Y luego de provocar la crisis, ahora piden que los médicos y hospitales resuelvan la escasez de medicinas como puedan.
Todos sabíamos que iba a ser difícil llegar al ideal que planteó el nuevo gobierno, pero lo que es preocupante es que ni ellos saben hacia donde está transitando nuestro querido México.
