El sumario del reportaje en la revista Proceso de mi amiga Beatriz Pereira del 16 de junio del presente años es contundente: “Creado para apoyar a los atletas mexicanos de élite, el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) es usado como caja chica de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que dirige la ex velocista Ana Guevara. Esta investigación reveló el sistemático juego sucio que emplean los funcionarios deportivos para triangular el erario, evitar filtros de seguridad y pagar con sobreprecios a una agencia de viajes, arrendadora de autos y a una empresa de ingeniería que “financian” la realización de eventos deportivos”. Por todo lo anterior, la comisión del deporte de la Cámara de Diputados citó a comparecer a Ana Guevara para el próximo ocho de julio, “antes de que se vaya a los Juegos Panamericanos”, argumentó el diputado Ernesto Vargas, luego de que la Secretaría de Función Pública abriera cuatro expedientes de investigación por corrupción en el Fideicomiso del Fodepar (Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento). No obstante, todo lo anterior durante la semana hemos visto a través de las redes sociales que varios atletas han sido beneficiados con el boleto panamericano sin los merecimientos. Una de las señaladas fue precisamente la clavadista Paola Espinosa, según el diputado Ernesto Vargas. Por supuesto que las reacciones no se hicieron esperar. Lo delicado del asunto es que varios deportistas reclaman becas que han sido eliminadas sin un criterio establecido a pesar de sus buenos resultados en competencias mundiales. Entiendo que el deporte federado es un gremio corrupto donde se mueven intereses de toda índole. Lo que sí es una realidad es que Ana ha tocado las fibras más sensibles de los intereses económicos de muchas federaciones, así como de bastantes atletas y funcionarios de la Conade que por supuesto no se iban a quedar con los brazos cruzados. No obstante, de lo que no se podrá salvar son de las denuncias de compadrazgo y amiguismo puesto que en el organigrama de Conade aparecen nombres de sus cuates, de los cuates de los cuates, de parientes de sus cuates y hasta trabajadores personales. “Aunque la titular de la Conade anunció la desaparición del cuerpo de metodólogos, en realidad lo que hizo fue sustituir a algunos de ellos por amigos de ella o personas cercanas a sus colaboradores”, destaca Pereira en Proceso. La verdad es que no entiendo mucho de la política pero si de esto se trata de la Cuarta transformación en deportes, pues es una basura. No deja de ser lo mismo.
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