Cruz Azul y Pumas se enfrentarán, este martes 5 y el próximo martes 12 de abril, en una de las semifinales de la Concachampions. El ganador de esta serie se las verá contra el que resulte triunfador del duelo entre el Seattle Sounders y el New York City FC.
El que protagonizarán los equipos de la Liga Mx se antoja mucho. Ni cementeros ni universitarios son de los equipos que mejor regularidad y tono competitivo han mostrado en ya 12 jornadas del campeonato local, pero tienen bastante potencial para mejorar en estas cinco jornadas que faltan de la fase regular y, en consecuencia, meterse a la Liguilla.
El Cruz Azul marcha en el cuarto lugar, con 20 puntos. Los Pumas aparecen en el noveno sitio con 15 unidades.
Pero un poco más allá de su momento en la Liga, estas instituciones mantienen una rivalidad que da vida a todo un clásico capitalino: en los enfrentamientos más recientes ha habido espectáculo, goleadas a favor de uno y otro, volteretas dramáticas.
Leo y veo, con cierto desconcierto, que los cruzazulinos quieren justificar que no tienen un plantel amplio y profundo, como adelantándose a reproches con la idea de que a sus aficionados les quede claro que no tienen jugadores de calidad suficientes para pelear en dos torneos. Me parece una estrategia equivocada. Porque además no es verdad. Tienen una plantilla con demasiados jugadores recién llegados, pero no corta.
Y por el lado de los de azul y oro leo y veo que se quieren adelantar a reproches señalando que su plantel está disminuido por bajas de titulares que han obligado a su entrenador a debutar jóvenes canteranos.
Lo mejor será es que ambos planteles se enfoquen en sus recursos vivos y positivos y hagan conciencia de la relevancia del duelo que a partir de hoy estarán protagonizando. Tienen elementos de sobra para dar unos partidazos.
Rafael Ocampo