No le será muy complicado al Cruz Azul, que ahora dirige el argentino Martín Anselmi, mostrar una mejor cara que la exhibida el torneo pasado, ese que vio coronarse al América en la Final contra los Tigres.
Los cementeros dieron pena, tanto en los partidos en que estuvo Ricardo Ferretti al mando, como los que le tocaron a su relevo, el “interino” Joaquín Moreno. Fueron una defensiva débil, desarticulada y una ofensiva improductiva, destartalada. Arrastraron y ensuciaron la historia cruzazulina prácticamente todos los que integraron el plantel.
La directiva encabezada por Víctor Velázquez contrató al uruguayo Iván Alonso como director deportivo y éste trajo al ya citado Anselmi, un hombre de 39 años que viene de dirigir con éxito al Independiente del Valle, de la Liga ecuatoriana.
Y Anselmi, también un ex periodista deportivo en su país natal, aprobó la llegada de cinco nuevos refuerzos extranjeros. De ellos, el único realmente probado en la Liga Mx es el centro delantero uruguayo Gabriel Toro Fernández, que jugó la temporada pasada con los Pumas de la UNAM y antes con los Bravos de Juárez.
Los otros cuatro debutarán en nuestra Liga: un portero colombiano de 23 años, Kevin Mier; un defensa central argentino, Gonzalo Piovi; un lateral izquierdo uruguayo, Camilo Cándido, y un volante argentino-ecuatoriano, Lorenzo Faravelli… Estos últimos tres ya muy experimentados.
Y ahí van hasta el día de hoy, con la pretensión de hacerse también de un buen jugador mexicano y de ofensiva, pues el cupo de extranjeros ya lo completaron. Se ha manejado que este jugador puede ser Alexis Vega, pero parece que esta operación está muy complicada.
El caso es que Cruz Azul no se reforzó. El Cruz Azul se renovó y es una verdadera incongnita el rendimiento que estos nuevos jugadores y nuevo entrenador van a tener.
