Si algo puede entenderse de lo dicho por Javier Aguirre en la muy buena conferencia de prensa que dio la tarde de ayer lunes en Nashville, es que su prioridad es afinar y fortalecer el funcionamiento defensivo de la Selección Mexicana de Futbol.
Fiel a los viejos adagios futboleros, Aguirre recuerda que no hay equipo competitivo en este deporte que no parta de una muy buena defensa. Y él considera que su trabajo en los 18 partidos que lleva dirigidos en esta su nueva etapa como seleccionador nacional, es bueno.
Ciertamente la estadística señala que en 12 de esos 18 partidos su equipo no ha recibido gol. El dato puede resultar irrefutable, pero la tesis de que mediante esta estrategia hay garantías de que se tendrá un plantel competitivo en el ya próximo Mundial, puede resultar muy cuestionable.
Se puede argumentar que ese orden defensivo que muestra la Selección, se logra por el sacrificio de la propuesta ofensiva. Y hay pruebas de que esto es así. Al equipo de Aguirre le cuesta muchísimo generar acciones de gol, no hay jugadas en bloque al ataque. Se apela para meter gol mucho más de lo deseado a la pelota parada, sea con un cobro de falta o por medio de un tiro de esquina.
Dice Aguirre que le gusta, que siempre le ha gustado en los 30 años que lleva como director técnico, el orden. Puso como ejemplo de lo que no quiere que pase con su propuesta, el partido que terminó ganando ayer, en cancha neutral, Italia a Israel 5 a 4 en la eliminatoria mundialista europea.
Este martes, la Selección Mexicana de Futbol enfrentará a su similar de Corea del Sur. Aguirre dice que conoce muy bien a este equipo, que tienen un planteamiento muy agresivo, con jugadores muy comprometidos en el sacrificio. Vamos a ver cómo contrarresta esta propuesta. ¿Con más defensas? ¿Apostando al contragolpe?
Porque jugar de tú a tú está descartado. Si se entendió bien lo dicho por el experimentado entrenador.
