Decimos que el hombre es social por naturaleza. Con el adjetivo "social" indicamos la característica de vivir según relaciones de diversos tipos que vinculan a cada uno con un conjunto de personas que forman la sociedad. A su vez, "sociedad" se refiere a ese conjunto de personas en cuanto conviven bajo un cierto orden, no necesariamente escrito. Puede hablarse de sociedad a muy distintos niveles. Los niveles, como la familia, el pueblo, el país o el Estado, o incluso hasta considerar la humanidad en su conjunto en algunas expresiones.
Cuando en el siglo XIX la Iglesia hablaba de la "cuestión social", se refería a un problema que había surgido con la Revolución Industrial y que había afectado el modo de vivir y las relaciones entre las personas. Se trataba de las relaciones entre los patronos, dueños del capital, y los obreros, que aportaban el trabajo. Ante todo, era necesario promover en ellas la justicia y que se respetasen importantes derechos, como el de contar con salarios justos y otros.
A veces se distingue lo económico y lo político de lo social, aunque en el fondo ambas cosas son en sí mismas sociales. Esto sucede dadas las peculiaridades e importancia de estos ámbitos, de modo que se consideran aparte. Puede suceder esto incluso con otras áreas de la vida social, como la cultura o la educación, o incluso lo deportivo (Esto sucede por ejemplo en las secciones de los periódicos).
La doctrina social de la Iglesia comenzó refiriéndose a los problemas laborales, pero en su desarrollo en el siglo XX y su sistematización ha ido abarcando otros ámbitos que ciertamente son sociales. Por eso hoy se presentan en el "Compendio de la doctrina social de la Iglesia" temas como el de la familia, el trabajo, la economía, la comunidad política, la comunidad internacional, la ecología y la paz.
Pedro Miguel Funes Díaz
