Cristóbal “N” fue detenido el domingo en la CdMx. La captura de quien fuera servidor público de alto nivel en la entidad es el seguimiento de la aplicación de la justicia que se busca contra quienes desviaron para su beneficio dinero del erario.
Dicen que el ex subsecretario de Finanzas con el priista Egidio Torre Cantú se fue grande, se sirvió con el cucharón y en consecuencia se pretende dejar caer todo el peso de la ley.
La información dada a conocer por el zar contra las actividades financieras ilícitas en Tamaulipas asegura que Cristóbal “N” encabeza una bien organizada banda que se dedicó a saquear las arcas de la entidad.
Integrada por más servidores públicos de entonces y con la colaboración de un mismo notario público, crearon poco más de medio centenar de empresas mediante las que prestaron un servicio que fue costeado con dinero público.
El monto del fraude al erario fue de 2 mil millones de pesos durante el pasado sexenio priista en la entidad.
La creación de empresas fantasma para vender productos y servicios a entidades públicas no es exclusivo de Tamaulipas, una investigación autoría de Miriam Ramírez para Iniciativa Sinaloa, revela el mismo modo de operar a los largo de toda la frontera norte.
Creación de razones sociales concebidas para la ocasión, que empiezan a prestarle servicios a gobiernos, pero que en los hechos son empresas fantasma.
Cristóbal “N” ya está en poder de las autoridades que investigan el quebranto a las arcas locales, y su captura se espera ayude a poner tras las rejas a los que desviaron para su beneficio el dinero de los tamaulipecos.
Otra acción en el combate de la corrupción es la extradición de Emilio “N”. El ex director de Pemex con Enrique Peña Nieto ya se encuentra en el país.
Tantas historias se dicen de quien estuvo al frente de la petrolera mexicana… pero será la justicia la que las ratifique o descarte.
Lo que sí se confirma es la enorme riqueza energética de México y por otro lado el desmedido apetito que esos activos generan en todo el mundo.
Casos como el de las empresas fantasma no ayudan mucho para aumentar la escasa credibilidad que se tiene en los funcionarios públicos, a los que se les ha confiado ese tesoro del pueblo mexicano y las evidencias demuestran lo que hacen de éste. _