Desde el principio de su gobierno el Presidente decidió resolver a fondo la situación de la deficiente atención a la salud que sufren la mayoría de los mexicanos, especialmente los no afiliados al IMSS. Ha sido un camino tortuoso y de difícil aprendizaje que desde el principio se centró en mejorar el abasto de medicamentos a través del desmantelamiento de cuellos de botella monopólicos en algunos sectores de producción, proveeduría, importación y distribución.
El presupuesto para la adquisición de medicamentos ha sido prácticamente un cheque en blanco para atender al sector. A pesar de ello, la Secretaría de Salud no ha logrado arreglar el problema de desabasto y le informa al Presidente lo contrario. Yo he tratado de contribuir a la solución proponiendo un Sistema de Control de Abasto de Medicamentos (Sicamed), donde la secretaría coordine los procesos de los que participan en el abasto de medicamentos, desde la planeación, licitación, compra, hasta la distribución.
El libro Chasing the rabbit hace énfasis en los procesos y su supervisión para producir el entramado más eficiente posible en cualquier institución que produce un bien o servicio, porque cada encargado de cada tramo en el proceso revela cuando su parte es el cuello de botella, corrigiendo inmediatamente dicha deficiencia. Los sistemas de salud modernos enfatizan a perfección el uso de este método, donde el servicio es nada menos que salvar vidas humanas.
Mi iniciativa fue bloqueada por la Secretaría de Salud. Durante un año de mis gestiones para que la secretaría aceptara la propuesta, el enlace legislativo me dio un rotundo “no”, porque “no había prisa en el tema”, que “era imposible coordinar a todos” y que “era muy costoso”. Y no lo tomo personal porque en la Comisión de salud es famoso el “no” de Salud ante cualquier propuesta legislativa que le incumba. Por lo que nuestra independencia del Ejecutivo ha logrado que algunas propuestas sobre el tema hayan sido aprobadas. En el caso de Sicamed, la secretaría operó para que no fuera aprobada, donde solamente Morena votó a favor.
Los justificados esfuerzos del Ejecutivo en mejorar nuestro sistema nacional de salud deben estar respaldados por una secretaría dispuesta al cambio.