En lo económico no nos fue nada mal en términos de nuestra recuperación de la pandemia. A septiembre del 2022 recuperamos nuestra demanda agregada respecto a septiembre de 2019, es decir, a niveles prepandémicos. Del 6.2 por ciento que cayó nuestra demanda real de septiembre de 2019 a septiembre de 2020, 5.3 por ciento lo hemos recuperado a septiembre de 2022; es decir, este año aceleramos nuestra recuperación. De mantenerse esta tendencia en 2023 habremos crecido 4 por ciento este año.
De los componentes de la demanda agregada, el consumo privado que había caído 12 por ciento de septiembre de 2019 a septiembre de 2020 se recuperó 9 por ciento en septiembre de 2021 y 6 porciento en 2022, encontrándose pues en un nivel superior con respecto a la prepandemia, ganando 2 puntos porcentuales como porcentaje de la demanda total real; es decir, pasando de 69 a 71 por ciento.
El gasto de gobierno creció en poca consonancia con respecto al consumo privado, en 2.3 por ciento, reflejando la continuidad en las medidas de austeridad, y que el gobierno no actuó contracíclicamente en el sentido de crecer para compensar la caída de la demanda privada, pero sí se mantuvo. Desafortunadamente aún estamos 5 por ciento por debajo de la inversión prepandémica.
El sector campeón de 2022 ha sido el de las exportaciones, que ha crecido 11 por ciento de septiembre del año pasado a este tercer trimestre. Pero también 8 por ciento de sus niveles prepandémicos. Y este sí es un cambio estructural donde la demanda principalmente de EE.UU. de nuestros productos se ha volcado en substitución de los productos de Asia.
La inversión extranjera directa acumulada a septiembre de 2022 creció 10 por ciento respecto al acumulado del año pasado, por segundo ciclo consecutivo, mostrando el optimismo de los inversionistas extranjeros que les deseo a nuestros nacionales para 2023.
En empleo formal tampoco nos fue nada mal. De noviembre de 2021 a noviembre de 2022 crecimos 5.6 porciento. En términos de distribución del ingreso desafortunadamente pasamos de .379 en 2021 a .454 en 2022 en nuestro índice de Gini.
Esperemos que en 2023 nos animemos a invertir más por México, y que la distribución del ingreso mejore.