A lo largo de la historia de México es claro que la intimidación, compra y coacción del voto han sido un constante enemigo del avance democrático. Existen acciones de competencia por el voto que evaden el camino responsable de convencer a las personas, a través de la práctica de comprar el voto y cooptar a los votantes llevándolos hasta las urnas a emitir su voto favorable y hasta incurriendo en prácticas de intimidación.
Esta oferta antidemocrática también perpetúa la corrupción, ya que el costo de compra de voto, acarreo del votante, y pago de estructuras en lugar de construirlas y mantenerlas con ciudadanos convencidos de la agenda del candidato, resulta en campañas billonarias financiadas por los gobernantes locales o agentes económicos que compran por adelantado contratos futuros de obras y servicios al candidato de resultar ganador.
Para inhibir la compra y venta del voto es necesario tipificar ambos como un acto ilegal, medida que ha probado ser exitosa en países como Chile. Ésta no solo inhibiría a los que se dedican a vender su voto, sino blindaría a los que son coaccionados para hacerlo.
En lo referente al acarreo de votantes, cuya prohibición ya se encuentra tipificada en la ley, éste no ha logrado inhibirse, por lo que es necesario aumentar la pena actual por varios múltiplos. En lo referente a transporte de votantes, propongo el establecimiento de un transporte institucional operado por el Instituto Nacional Electoral.
Para controlar la violencia e ilícitos electorales propongo que intervenga la Guardia Nacional y, en su calidad de fuerza policiaca federal y especializada, sea quien se despliegue en zonas de voto de las comunidades rurales en número no menor al de tres elementos en las casillas de todos los municipios y localidades menores a 500 mil habitantes, instalándose en las casillas de votación desde un día previo al de la jornada electoral y hasta la remisión de los paquetes y los expedientes de casilla.
Ya es hora de implementar medidas como las que propongo, que enfrenten de una vez por todas al elefante en la sala que los enemigos de la democracia han evadido a lo largo de nuestra historia.
@PatyArmendariz