El ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ha puesto en la mesa de debate una verdad de a kilo: el partido y gobierno de la Cuarta Transformación "no son de izquierda".
Uno de los fundadores del Frente Democrático Nacional, y quien encabezara la corriente renovadora del PRI que terminó con la ruptura en el otrora partido y su postulación presidencial en 1978, el Ingeniero Cárdenas, se ha convertido en una voz crítica.
Cárdenas ha declarado en el partido Morena y el gobierno de la Cuarta Transformación se "autonombran" de izquierda, pero ni el programa de ese partido ni del gobierno "son de izquierda".
Si el gobierno de la 4T y el partido gobernante no es de izquierda, entonces, ¿de qué estamos hablando en esto que algunos analistas le llaman el mazacote de partido?
Cuando en este gobierno de la "esperanza" se observan a personajes como al ex secretario de Gobernación federal, Manuel Bartlett Díaz, como una de las figuras cercanas al Presidente, la pregunta es dónde están las figuras de la izquierda mexicana.
Otro de los políticos críticos a la 4T, el parlamentario encargado de entregar la banda presidencial, Porfirio Muñoz Ledo, otro de los fundadores del FDN, en los hechos se ha convertido en un político opositor.
Quiénes son los hombres de "izquierda" del presidente. ¿Pablo Gómez, que su vida ha sido de burócrata vitalicio parlamentario y de partido, desde el PCM?
Es de izquierda Félix Salgado Macedonio, el impresentable político guerrerense, un depredador sexual.
Si este partido gobierno, Morena, y la 4T, no son de izquierda, ¿qué son?, ¿lopezobradoristas?
Serán los politólogos y analistas expertos quienes contribuyan a esclarecer de qué ideología se habla hoy, si han desaparecido las llamadas izquierdas y derechas.
Deberán explicarnos cómo en América Latina gana terreno el populismo que se degrada en autoritarismo y termina en dictaduras, como la de Daniel Ortega, en Nicaragua.
Morena y la 4T se han degradado; definitivamente no es un partido ni gobierno de izquierda, y esa realidad los convierte en un peligro para la democracia porque escalan a una casta autoritaria. _
Pablo Ruiz Meza
pablo.ruiz@milenio.com