Política

Opio: ¿Lo usaría Ud?

  • Vademecum
  • Opio: ¿Lo usaría Ud?
  • Óscar Hernández G.

Esta planta ha sido bendecida y maldecida a través de miles de años. 

Desde antes de Cristo fue considerada como el elixir de los dioses; preparado como pomada, te, emplastos, o uso rectal y fumado también. 

Sus efectos en la antigüedad resaltaban, lo que hasta ahora sigue siendo su propiedad principal: 

La analgesia, quitar el dolor; parecería sencilla esta propiedad y comparable a otras plantas o drogas incluso actuales; sin embargo, el opio había mostrado ya desde entonces una propiedad Divina: ¡Dar Paz!

El opio, efectivamente, elimina el dolor fuerte e intenso, los antiguos lo empleaban como anestésico en las cirugías; y además ofrece una sensación de tranquilidad y de paz. 

Producía a sus consumidores un “dulce ensueño” un estado entre la vigilia y el sueño, un duerme vela maravilloso. 

Por eso, en la antigua Grecia se recomendaba comenzar a usarlo diariamente en jugo matutino, a partir de los 50 años, con la finalidad de prepararse para la enfermedad y la vejez; los griegos aborrecían la enfermedad y les aterrorizaba estar viejos; de ahí que lo usaban para provocar a dosis mayores la Dulce Muerte o eutanasia. 

Ya conocían, por supuesto, que a una mayor cantidad de opio, sobre todo puro, este podría llevar al paciente a un sueño muy profundo y finalmente al paro respiratorio.

Desde siempre, como era de esperar, también el opio sufrió adulteraciones, al combinarse con miel, cáñamo u otras plantas para obtener más ganancias al momento de venderlo. 

El opio se diseminó por todo el planeta. 

El Antiguo Egipto ya lo describía en sus papiros como un remedio para la diarrea por sus efectos espasmódicos y estreñidores. Había pocos médicos detractores sobre el uso medicinal del opio. 

De hecho, es difícil encontrar documentos muy antiguos en que se relate un efecto dañino colectivo en la población. 

Salvo en épocas más recientes, como lo vivido en la Guerra del Opio, protagonizada entre China e Inglaterra, donde el factor económico y comercial era la parte medular.

Fue Serturner quien logró aislar la Morfina del opio en 1806; la iglesia de aquellos años condenó con furia esa droga hedonista; “La buena muerte” y el “Placer Soñador”. 

En su momento la Morfina fue considerada el descubrimiento farmacológico más grande de la historia médica. 

Más tarde, el Dr. A. Wood desesperado en el lecho de su esposa, aquejada por los dolores del cáncer, fabricó e inventó la aguja hipodérmica, administró morfina a su amada hasta morir. Después C. Pravazz inventa la jeringa. 

Es fácil imaginar lo que después se convirtió en una pesadilla en la ilegalidad y una bendición para el buen uso médico y legal dentro y fuera de los hospitales.


sinrez@yahoo.com.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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