Aquí en MILENIO, mi compañero Víctor Hugo Michel dio cuenta de que en Polonia, Rusia, Hungría, Rumania y República Checa es posible adquirir pilas rotuladas con el logotipo de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex). Desde julio del año pasado existe una denuncia en la FGR por este asunto.
La carpeta se está integrando para determinar responsabilidades de funcionarios y empresarios involucrados en una transacción que ronda los 15 millones de pesos, con la que se buscaba incorporar al Programa de Abasto Rural un lote de 1.2 millones de pilas para distribuirse en los 25 mil puntos de venta que tiene la dependencia —hoy al mando de Leonel Cota—.
Según fuentes consultadas para esta columna, esta operación fue obra del ex director comercial de Segalmex, Manuel Lozano Jiménez, y el entonces director de la compañía Tempoel México SA de CV, Xavier Sambola Franco.
A mediados de 2019, Lozano habría convencido al ex titular de la dependencia, Ignacio Ovalle, y se hizo la adquisición mediante la modalidad de ‘recepción jurídica’: es decir, se pagaba por anticipado a los proveedores la totalidad de los montos contratados y éstos mantenían en resguardo los productos hasta que Segalmex los solicitara.
De ahí que las pilas hayan aparecido a 10 mil kilómetros del territorio mexicano; en este caso el proveedor completó el pedido ya pagado, pero le requirieron menos de la mitad. Con los cambios que hubo de funcionarios señalados por presuntos actos de corrupción se detuvo la entrega-recepción del producto. Así, bajo el mismo esquema se dio la sonada adquisición de 7 mil toneladas de azúcar con la firma Servicios Integrales Carregin, de las cuales fueron entregadas 3 mil a pesar de que el monto por 145 millones de pesos fue completamente cubierto por Segalmex.
Bajo el rubro de ‘recepción jurídica’ también salieron de Segalmex 99 millones de pesos para la compra de casi 2 millones de garrafones y galones para agua potable a la empresa Procesadora Agrícola de México. Del total de envases pagados, fueron únicamente entregados alrededor de 215 mil.
Merecen seguimiento estos despilfarros desvergonzados en tiempos de la “pobreza franciscana”.
Palabras clave
Hemos pasado de aquel pedido gubernamental al proveedor de ‘tú entrégame todo y a ver cuándo te pago’ al ‘te pago todo y a ver dónde lo guardas’. Así es esto —dijera José López Portillo— de la administración de la abundancia.