Durante el mes de septiembre estará abierta la plataforma digital del INEGI para la recepción de propuesta de ajustes a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021. Esta herramienta abrió las puertas al análisis y debate sobre temas normalizados y poco visibilizados hasta el momento, el ejemplo más claro es cómo la versión 2016 mostró que el 61.1% del total de la población femenina de 15 años en adelante ha sufrido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación a lo largo de su vida.
Estas violencias surgen del “machismo”, palabra que identificamos, pero desconocemos en realidad todo lo que implica y el trasfondo que conlleva; va más allá de actitudes de superioridad masculina, hablamos de una estructura social, cultural, económica, jurídica y religiosa que implica un extenso y complejo ejercicio de violencia hacia las mujeres y las niñas por parte de nosotros los hombres y del Estado, en el cual anulamos, limitamos y cuartamos sus derechos humanos.
De esta forma hemos creado un mundo en el cual no existe lugar seguro para las mujeres, donde todas estas acciones, sin duda nacen de una cultura machista sostenida por una estructura social aún más grande llamada patriarcado, el cual jerarquiza nuestros vínculos por medio de tradiciones, costumbres, reglas y leyes otorgándonos poder, control y privilegios al género masculino.
Con el propósito de erradicar la violencia hacia las mujeres es importante que tanto hombres como instituciones nos demos a la tarea de visibilizar todas las actitudes machistas, sin justificarlas, ya que estas implican un ejercicio de desigualdad y por lo tanto acciones y omisiones de violencia.
Si bien las herramientas de encuesta nacional son un gran aporte en la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres y niñas, no son una solución.
Urge que el Estado provea a la sociedad una educación justa, equitativa e igualitaria alejada de la violencia machista y que como individuos reflexionemos acerca del grave daño que causamos a todas las mujeres y niñas con este tipo de prácticas, y renunciemos a esas construcciones sociales que nos han formado por muchos años, de esta forma podremos hablar de igualdad, equidad y justicia habiendo reducido los altos porcentajes de violencia contra las mujeres.
*Dirección de Nuevas Masculinidades INCIDE Femme.