Al momento de escribir estas líneas, los conteos oficiales daban por ganadora de la contienda por la Presidencia de la República, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. Aún falta corroborar con los cómputos distritales, y resolver las impugnaciones ante las autoridades competentes.
El hecho de que una mujer vaya a ocupar la silla presidencial no es cosa menor pues, por siglos, nuestro género ha pugnado por oportunidades, derechos, representatividad y paridad.
Uno de los lemas de la campaña de Sheinbaum fue “Si llega ella, llegamos todas”. Aunque, literalmente, no estaremos todas las mujeres mexicanas en el gabinete federal, la realidad es que la próxima presidenta sí tendrá el poder de dar voz a cada sector de la población, como a las empresarias, amas de casa, de la tercera edad, trabajadoras, cuidadoras o madres buscadoras, por decir a algunas.
Es de esperarse que una mujer en la presidencia tendrá en su gabinete a muchas mujeres. Igualmente, se prevé que multiplique sus esfuerzos para alcanzar temas como la paridad salarial entre géneros, y que tenga mayor empatía y mejores políticas públicas que garanticen paz, seguridad, trabajo digno, y bienestar para las mujeres.
Las expectativas de la sociedad son altas. No importa si votamos por ella o no, finalmente gobernará para todos y todas.
Por ahora, Sheinbaum se encuentra conformando su equipo de trabajo. Obviamente, se tiene la expectativa de que haya paridad de género, y que destaquen las mujeres con trayectoria.
Deseo que las 33.2 millones de personas que apoyaron el proyecto de nación de Sheinbaum -de seguimiento a lo hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador-, no resulten defraudadas. Igualmente, que el resto de la ciudadanía resulte beneficiada con las políticas de su administración.
Será un periodo largo (2024 al 2030) el que viene para México. Sin duda, será una administración con muchas expectativas, para comenzar, porque el país nunca había sido gobernado por una mujer. Además, será el segundo mandato de la izquierda mexicana.
El nerviosismo empieza en los mercados. No obstante, aunque la administración actual no ha sido una panacea, tampoco nos convirtió en Cuba o Venezuela.
En lo que corresponde a la iniciativa privada, como pasa con cualquier administración, nos tocará trabajar en conjunto con el gobierno federal, toda vez que, como siempre hemos dicho, los cargos son temporales, y las empresas se quedan. Toca trabajar de la mano, para facilitar las inversiones, generar empleos y cumplir las responsabilidades con el Estado.
Ahora bien, aplica lo mismo con las nuevas autoridades del estado de Puebla y de los diferentes municipios.
¡Nos leemos en la siguiente!