Cultura

Paraísos perdidos

  • Fuera de Registro
  • Paraísos perdidos
  • Nicolás Alvarado

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

“ … escaleras de hierro se alzaban desde la planta baja, pasarelas cruzaban de un extremo al otro los dos pisos… En todas partes se había ganado espacio, el aire y la luz entraban con libertad, el público circulaba a sus anchas bajo los osados arcos de las techumbres elevadas. Era la catedral del comercio moderno, sólida y ligera”.

Conocí esa catedral –descrita por Zola en El Paraíso de las Damas, su novela de 1883 sobre el fenómeno de la tienda departamental– con distintos nombres y estéticas. Art déco en Bullock’s Wilshire en Los Ángeles (hoy una universidad) y en Sakowitz en Houston (tras cuya fachada, único residuo de aquel templo, mora hoy un estacionamiento). Fantasía Belle Époque en esa sucursal de Harrods porteña, abandonada desde 1998, tan fantasmal como La Samaritaine parisina, vacía ella desde 2005, y cuya reinauguración prometida se ha visto pospuesta una vez más por la pandemia.

Sobreviven algunos de sus avatares. Muchos a costa de su identidad: no acusa ya el reloj de Marshall Field’s una visita a Chicago ni la orquídea de Liberty House una a Honolulú desde que Macy’s adquiriera –entre 1994 y 2006– 25 emporios mercantiles locales estadunidenses y, cosa de las economías de escala, les arrebatara su historia. Ni siquiera la imposición de esa estrella roja garantiza hoy su supervivencia: el último gigante de las departamentales americanas ha cerrado 40 tiendas este año y planea alcanzar las 125 para 2023.

Neiman-Marcus y JC Penney se han declarado en quiebra técnica. En Francia, Printemps ha cerrado siete tiendas, y en el Reino Unido, John Lewis ocho, mientras Harrods y Selfridges recortan el 14 por ciento de su personal. Y el reporte de la ANTAD no arroja perspectivas alentadoras para México: en 2020, el segmento de tiendas departamentales decreció más del 15 por ciento.

La pandemia aceleró una transformación del consumo que en realidad detonó primero el capitalismo tardío, después la revolución digital. El costo más alto serán los empleos perdidos. El de más largo plazo, sin embargo, será el cultural: la agonía de las tiendas departamentales es también la del mundo de ayer. Duele verlo partir.

@nicolasalvaradolector

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.