Empieza la contienda electoral y los ciudadanos nos tenemos que decidir por apoyar determinado proyecto, determinada persona o determinada ideología, aunque sobre esta última, mi postura es que no se debe decidir y mucho menos se debe gobernar en base a ideologías sino a principios, valores y prioridades.
También es el momento de entender cómo funciona el órgano gubernamental a todos los niveles y votar de manera inteligente y estratégica; por ejemplo, necesitamos un congreso con representatividad, capaz de frenar o alentar iniciativas argumentadas y fundamentadas en datos y hechos que vayan encaminadas a mejorar nuestro país, necesitamos gobernantes que entiendan que nadie quiere que se siga alimentando un discurso de odio y división, necesitamos gobernantes que admitan que falta mucho por hacer y cuya bandera sea la verdad, necesitamos proyectos integrales e íntegros, capaces de conciliar y confrontar cuando sea necesario y a quien sea necesario en virtud de defender el deber ser.
Necesitamos gobernantes que entiendan que no se puede servir a Dios y al dinero, que entiendan que la corrupción y el nepotismo asesinan lentamente, gobernantes que no estén siendo movidos por el poder, sino por la vocación de servir y de entender que en sus decisiones se beneficia o perjudica a muchas personas, gobernar no es un juego, no es una moneda de cambio, no es un golpe de suerte, no es un designio divino, gobernar es la gente creyendo en alguien y algo que sí va a ver genuinamente por los intereses comunes, garantizar derechos, bienes y servicios, garantizar justicia, tranquilidad, estabilidad y esperanza.
No soy de las personas que satanicen partidos, proyectos o personajes, incluso admiro a quienes se lanzan porque en un país como México ellos saben que incluso su integridad está en riesgo y en verdad espero que esa violencia pare. Este será el tema de estos próximos meses y hay que estar informados y participar, México es de todos, no podemos deslindarnos de responsabilidad de lo que pasa en el País solo por no aparecer en la boleta, pues ahí aparecen los que nos estarán representando.