El revuelo mediático provocado por la re captura del narcotraficante, Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo Guzmán", es de destacar. Las historias se repiten constantemente, dejando en evidencia el manejo desde el gobierno, para subsanar el impacto de su segunda fuga hace seis meses.
Sin embargo, y a pesar de "la misión cumplida", la incredulidad de los mexicanos ya no es fácil de sobrepasar. El gobierno y sus instituciones han perdido toda credibilidad y respeto ciudadano. Simplemente ya no creen en nada que venga de manera oficial y esto es lo que ha pasado con la reaprehensión del multicitado delincuente.
Las inconsistencias en la historia de su fuga, y su reciente captura, abren un abismo entre el mensaje que pretende hacer llegar el gobierno y el público receptor. No hay duda, para la mayoría de los mexicanos, que esto es una "cortina de humo" y esa sensación se amplifica cuando actores tan mediáticos como Sean Penn y Kate del Castillo están involucrados. Todo es una comedia, dicen.
Este podría ser, más que un acierto, más que una misión cumplida, la corrección de un gravísimo error que dejó en evidencia lo podrido que está el sistema político mexicano. La corrupción y la impunidad, madres de todas las desgracias de México, están presentes en cada acto, en cada paso que se da en este país.
La "entrevista" realizada por los actores Sean Penn y Kate del Castillo hace apología de un ser que se ha dedicado de por vida a delinquir, a ejecutar acciones deleznables y a poner en jaque a toda una nación. Pero el problema es que estos personajes crecen, se desarrollan y se multiplican al amparo de ese gobierno que hace uso de ellos, cuando hay necesidad de apagar fuegos.
Lo mejor que podría suceder es que al Chapo lo extraditaran, que el gobierno de Estados Unidos, país que es el gran consumidor de drogas del mundo, se haga cargo de él, que lo vigile y lo mantenga lejos los mexicanos proclives a corromperse.
La historia del Chapo dará para más, tiene enganchado a prácticamente todo el mundo, la noticia de su captura acapara titulares en la prensa internacional, no dejan de emitirse imágenes de él, de su captura -filtradas o entregadas por el gobierno mexicano a los medios-, de sus intentos fallidos por huir. Todo, todo lo que se refiere al Chapo vende y mucho, no por nada, la prestigiosa revista Forbes lo sitúa entre los hombres más ricos, poderosos e influyentes del mundo.
